Tránsitos y trans-formaciones: Foro de las Artes 2021

69 “ N u e s t r a u r g e n c i a p o r v e n c e r ” : l o s t i e m p o s d e l f e m i n i s m o r e c i e n t e e n C h i l e d e s d e l a f o t o g r a f í a d e K e n a L o r e n z i n i * mariairis flores feministas que desde 2016 —con el movimiento “Ni una menos” y pro- fundizado con el mayo feminista de 2018— se han masificado. Aunque el contexto socio-político es otro, la resistencia histórica de los grupos femi- nistas emparenta e inclusive enrarece esos dos momentos que parecieran superponerse si atendemos a sus puntos comunes. El biólogo transfeminista Jorge Díaz rescata el concepto de una tempora- lidad queer en la que: “La memoria del pasado continúa en los cuerpos colectivos del hoy, en esas historias que debemos encontrar y arrastrar al presente para interrogarlo”.10 Esta idea, que cruza memorias e historias, es útil para pensar estas fotografías, ya que en esas imágenes de orga- nizaciones y manifestaciones de los ochenta, generadas y resguardadas por Lorenzini a lo largo del tiempo, se reconocen nuestros cuerpos. Estos registros tienen valor para nuestros días, que están marcados por un esce- nario político cambiante y de luchas constantes. Hay un cuerpo colectivo que retorna en las fotografías y en su exposición, la que considera además una extensa mesa con tiras de contacto y un documental (44´33´´)11 con entrevistas a siete de sus protagonistas, para complementar de este modo su carácter extenso y testimonial. La historia del movimiento feminista de los ochenta está aún escribiéndose y no podría afirmar que en un momen- to encuentre un punto final, puesto que, acorde al carácter fragmentario y múltiple del propio feminismo, esta se encuentra lejos de cristalizarse y para ello, la noción de memoria es fundamental. Es importante com- prender la memoria como el cruce complejo entre experiencia, acción y expectativa . En términos de Nelly Richard: “Las condiciones de producción del recuerdo histórico varían según las fluctuaciones de una memoria en curso y movimiento: una memoria que no debe tratar al pasado como una anterioridad ya concluida sino como una malla de significaciones entre- abiertas que, en sus ranuras, se deja interpelar por un presente alerta y expectante.”¹² Desde hace algunos años el feminismo se ha vuelto parte del cotidiano. Para un presente feminista como el que vivimos, reencon- trarse con las luchas de los ochenta es pertinente y también necesario. En el conjunto de sus imágenes se articula una memoria feminista, por tanto siempre crítica y plural, que vibra hoy de maneras no lineales en los cuerpos de lxs espectadores, permitiendo un encuentro independiente de la distancia temporal. Ingresar en el tiempo, anular la distancia Kena Lorenzini inició su trayectoria en la década de los ochenta como reportera gráfica, circunstancia que le per- 10 Jorge Díaz. Emancipar la lágrima , p. 237 11 Disponible en https://www.youtube.com / watch?v=hKMtCqzJTp8&ab_channel=CShuffer 12 Nelly Richard. Latencias y sobresaltos de la memoria inconclusa (Chile: 1990-2015) , p. 9.

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