Policy Brief - La sobremedicalización del parto y nacimiento en Chile

El código sanitario estipula claramente que la atención del parto “normal” puede ser asistido por médicos/as y/o ma- tronas/es, sin restringir el lugar para desempeñar este rol profesional. Esta amplitud de criterio ha permeado de am- bigüedad e inexactitud los requerimientos organizacionales para una atención óptima y segura. El reglamento Nº161 del año 1982 y en la Norma técnica 150 del año 2012, ambos del Ministerio de Salud (MINSAL), son un ejemplo de aquello. El reglamento Nº161, que aprueba el reglamento de Hospi- tales y Clínicas, considera un capítulo específico para los es - tablecimientos que disponen de atención gineco-obstétrica, pero no define la necesidad de una dotación particular para su funcionamiento, ni tampoco para la atención especializa- da de la emergencia obstétrica. Además, si bien lo definido en el presente reglamento es estándar y uniforme como piso mínimo para los establecimientos públicos y privados, con el objeto de asegurar la igualdad de criterios por parte de todas las autoridades sanitarias regionales del país, la orga- nización de la atención cerrada de salud del sector público posee una priorización y definición de la complejidad asis - tencial que debe resolver, siendo la atención de partos, una de las dimensiones a considerar. Por su parte, la Norma General Técnica N° 150 reglamenta los criterios de clasificación según el nivel de complejidad de establecimiento hospitalarios (alto, mediana, baja) con- siderándose entre las dimensiones de caracterización hos- pitalaria, la hospitalización y atención de urgencia obstétrica entre sus variables. Como consecuencia de esta clasificación, se da la mayor concentración de partos y cesáreas en los hospitales de alta complejidad, puesto que la disposición de médicos especialistas y programación de cesáreas electivas solo se pueden realizar en este tipo de establecimientos. Los hospitales de mediana complejidad cuentan con médicos especialistas en gineco-obstetricia que pueden asistir par- tos vaginales o partos operatorios solo según demanda, y finalmente, los hospitales de baja complejidad solo pueden asistir partos vaginales en casos que sean inminentes. Esa clasificación genérica y estática de la orgánica de salud, no contribuye a una atención óptima y segura de los partos. Además, el reglamento Nº161 y la norma general técnica Nº150 poseen miradas divergentes respecto a las condicio- nes institucionales de la atención del parto. Para el primero, en ningún caso las disposiciones organizacionales dependen de los riesgos de morbimortalidad materna, mientras que para la segunda, este último factor es vital. Con esto se redu- ce la posibilidad de acompañar partos fisiológicos y de bajo riesgo obstétrico en centros asistenciales, que aun cuando no sean de alta complejidad son territorialmente pertinentes para la mujer y su entorno. Para formular las siguientes recomendaciones para la polí- tica pública y dar cuenta de las actuales recomendaciones que contribuyan a la elaboración de ésta, se elaboró una revisión bibliográfica donde se incluyen artículos científicos y documentos considerados relevantes para el tema de este policy brief. Los anexos 1, 2 y 3 muestran la metodología de búsqueda, los artículos y documentos seleccionados. 4. RECOMENDACIONES PARA LA POLÍTICA PÚBLICA La sobremedicalización del parto y nacimiento es un proble- ma multifactorial y, como tal, debe ser abordado desde sus distintos ámbitos. Es por esta complejidad que las recomen- daciones se han organizado en categorías interconectadas, que aluden a factores ubicados en tres niveles analíticos (Be- trán et al., 2018). Fuente: Elaboración propia FACTORES ORGANIZACIONALES Y DEL SISTEMA FACTORES DE PROFESIONALES DE LA SALUD FACTORES DE MUJERES, FAMILIAS Y COMUNIDADES 7 UN I V E R S I DAD DE CH I L E Vicerrectoría de Inves tigación yDesarrollo INVESTIGACIÓN INNOVACIÓN CREACIÓN ARTÍSTICA POLICY BRIEF

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=