Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén

184 – los cazadores-recolectores y las plantas en patagonia El uso de plantas en Baño Nuevo 1 Frente a la inquietud por conocer cómo los recursos vegetales formaron parte del modo de vida de grupos cazadores-recolectores esteparios, se propuso identificar tanto los taxa vegetales utilizados por las poblaciones cazadoras recolectoras que ocuparon la cueva de Baño Nuevo 1 como etapas en sus cadenas de procesamien- to por medio del análisis de los microfósiles recuperados de los artefactos líticos de cada componente ocupacional, del tártaro dental humano del componente temprano y de los carporrestos provenientes de rasgos y material disperso en la matriz del sitio. Así, se logró definir un conjunto de plantas utilizadas a lo largo de la historia de ocupación de la cueva mediante la combinación de las tres líneas de evidencia señaladas. La identificación de los recursos vegetales presentes en el contexto de Baño Nuevo 1 permitió establecer su ecología y, a partir de allí, localizar su proceden- cia desde diferentes ecozonas, relacionándolos con el emplazamiento del sitio. De este modo, se concluyó que se trata de plantas que estuvieron disponibles localmente durante los tres componentes ocupacionales y que algunas tienen una distribución extensa y otras restringidas en el área. La única excepción es el hallazgo de nalca – Gunnera tinctoria –, que podría considerarse no local. Esto significaría que se visita un tipo de ambientes diferente a la estepa patagónica que se vincula a otras asociaciones vegetales y fauna. Respecto al conocimiento sobre el aprovechamiento de distintos ambientes durante el Holoceno temprano, medio y tardío en relación con otros elementos de la organización de los grupos patagónicos, se puede decir que predominan las plantas herbáceas por sobre las arbustivas; no obstante, ambas se consideran plantas locales. Las plantas herbáceas habitan ambientes esteparios y tienen una distribución extensa en el paisaje. Las plantas arbustivas y arbóreas ( Rubus sp., Berberis sp. y Ericaceae) y algunas herbáceas ( Gavilea sp., Orchidaceae y Oxa- lis sp.) se registran en ambientes específicos dentro del ambiente estepario, tales como quebradas, laderas de cerros y cercanas a cursos de agua (Gajardo 1993), localizadas, hoy en día, aproximadamente a 6 km del sitio (Mena 2009), o en la transición bosque/estepa emplazado hoy en día a aproximadamente 20 - 30 km. La localización específica de ellos en distintos ambientes y microambientes im- plica un conocimiento preciso de la flora local y el reconocimiento de distintos puntos del paisaje para su búsqueda. Correlacionando esta información con otros elementos del registro arqueo- lógico –material lítico y restos faunísticos–, se constata la tendencia hacia la ex- plotación de recursos locales. Para el caso de las materias primas líticas, también

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