Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén

162 – los cazadores-recolectores y las plantas en patagonia (Pearsall 1989). En ese sentido, el registro carpológico, sumado a los análisis de residuos, indica qué plantas forman parte de las actividades desarrolladas en un sitio, ya sea por su incorporación tanto por vías intencionales como fortuitas, y su asociación a ciertas piezas líticas. No obstante, es necesario cruzar estos datos con informaciones antracológica y palinológica, entre otras, para configurar un panorama más completo sobre el aprovisionamiento y los usos de los recursos ve- getales; así, las desventajas que conlleva un tipo de evidencia se subsanarían con las ventajas de otras. Estas inferencias también se pueden fortalecer al incorporar otras evidencias indirectas relacionadas al uso de los recursos vegetales, como análisis de huellas de uso de las herramientas (Bellelli et al. 1987; Álvarez 2004; Babot et al . 2013), estudios sobre el desgaste dentario (Bernal et al. 2007) y los análisis isotópicos de los restos humanos y de recursos faunísticos (Fernández y Tessone 2014). En relación a esto último, es preciso profundizar en los esfuerzos cualitativos y precisar las señales isotópicas de las plantas nativas. Se rescatan así los trabajos de Fernández y Tessone (2014), al caracterizar isotópicamente un conjunto de plantas nativas patagónicas diferenciando los recursos de ambientes de estepa y bosque.

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