Los cazadores-recolectores y las plantas en Patagonia: perspectivas desde el sitio cueva Baño Nuevo 1, Aisén

12 – los cazadores-recolectores y las plantas en patagonia numerosas referencias sobre la fitogeografía y el conocimiento tradicional del área que fueron compiladas a esos fines. Las colectas dieron origen a un herbario de referencia para el trabajo con macro-restos vegetales y el herba- rio nutrió, a su vez, de nuevas muestras que, procesadas, pasaron a integrar la histoteca de comparación a los fines de la asignación de los micro-restos. Como resultado, un conjunto de veinticuatro especies de diecisiete familias botánicas, que integran las comunidades de la estepa y el bosque, fue ini- cialmente caracterizado a nivel microscópico desde perspectivas arqueobo- tánicas, conformando un material de consulta de gran utilidad para futuros estudios. Una minuciosa consideración tafonómica de la estratigrafía del sitio en- focada en particular en documentar el modo en que los procesos naturales y antrópicos habrían transformado el componente vegetal en distintos sec- tores del espacio cubierto por el reparo rocoso e inmediato a él permitió establecer los loci más apropiados para iniciar una recuperación de los ves- tigios de plantas ingresados por la gente por elección. Diversas muestras de sedimentos correspondientes al uso de la cueva en unidades estratigráficas agrupadas en tres bloques cronológicos fueron procesadas mediante la téc- nica de flotación para recuperar restos de frutos, semillas y órganos subte- rráneos termoalterados y carbonizados. Los sedimentos así trabajados y el análisis posterior de los carporrestos bajo lupa permitieron concentrar un número importante y significativo de fragmentos de plantas que habían sido incorporadas por los y las habitantes del lugar y manipulados en sectores específicos del abrigo para su uso en la alimentación y labores artesanales, así como otros elementos que serían informativos del ambiente estepario inme- diatamente contiguo a este espacio. Estas señales vegetales habían permanecido también a un nivel imper- ceptible a simple vista en los registros sedimentarios del sitio, lo que pudo ser comprobado al implementar estrictos protocolos de análisis de microfó- siles en muestras procedentes de la fracción limosa de la matriz y de sectores intervenidos para fines específicos por la gente antigua de Aisén, como el lugar dedicado a sus muertos o donde encendieron sus fuegos. Pero, explorar estos proxy microscópicos en otros reservorios permitió ir aún más allá. Al estudiar el contenido de sustancias ergásticas y fragmentos de tejido vegetal y otros elementos microscópicos ocluido en las fisuras, poros y marcas de la talla del instrumental lítico usado en el sitio se logró una aproximación a una diversidad de usos posibles de la piedra manufacturada en la preparación de alimentos vegetales y la realización de faenas artesanales. A su vez, analizar