Docencia y desarrollo profesional

168 DOCENCIA Y DESARROLLO PROFESIONAL: FUNDAMENTOS, DEBATES Y PERSPECTIVAS ci n, el poco desarrollo de investigaciones en este mbito y las escasas orientaciones que es- tructuran su quehacer generan una dificultad al momento de su caracterización (Larenas, 2018). Esto plantea un desafío para el desarrollo de estrategias conceptuales que permitan articular la diversidad de funciones en torno a ciertas pr cticas de car cter pedag gico, es decir, a partir de un enfoque formativo. Dicho desafío requiere un esfuerzo sistem tico desde la escuela/ liceo y la política p blica. Como parte de este esfuerzo, la Universidad de Chile, a través del Centro de Estudios y Desa- rrollo de Educaci n Continua para el Magisterio, Saberes Docentes, ha acumulado una expe- riencia de m s de 10 a os de vinculaci n formativa con los y las asistentes de la educaci n, siendo una de las primeras instituciones formadoras que dise y ejecut , en conjunto con el Ministerio de Educaci n, procesos de formaci n para este sector. Es así como en los a os 2008 y 2009, Saberes Docentes realiz jornadas de formaci n en cada una de las regiones de Chile con el objeto de fortalecer el rol del/la asistente de la educaci n en convivencia escolar. De igual forma, desde el a o 2010, el Centro Saberes Docentes ha desarrollado una línea de apoyo a la gesti n educativa municipal desde un enfoque de desarrollo local. Esta línea pro- gramática implementó procesos de planificación estratégica y desarrollo educativo desde lo local con la participaci n de diferentes actores educativos de los territorios, incluyendo a las y los asistentes de la educaci n, lo que motiv la apertura de nuevos espacios de participaci n en los cuales poder plasmar organizadamente sus visiones, sue os, anhelos y demandas. En esta trayectoria, Saberes Docentes ha logrado desarrollar variados dispositivos formativos para asistentes de la educaci n, y ha acumulado saberes y experiencias posibles de sistemati- zar en los mbitos de la convivencia escolar, la gesti n educativa y el liderazgo. Caracterización de las y los asistentes de la educación Desde sus inicios, las escuelas y los liceos han incorporado dentro de su personal a trabajado- ras/es no docentes que, cumpliendo diversas funciones, apoyan a las y los profesoras/es en su labor docente. Así, en las orientaciones y normativas que regulaban su labor antes de asumir legalmente la denominaci n de “asistentes de la educaci n”, se acu aron para designar su funci n las etiquetas de “no-docentes”, “co-docentes” o “para-docentes” (Mineduc, 2015a). Por lo general, esta “asistencia” se relaciona principalmente con labores de mantenci n y ad- ministraci n de las escuelas y los liceos, servicios de aseo y alimentaci n, recepci n y portería, economato, entre otras. Dichas tareas se fueron expandiendo a otras reas de la experiencia educativa, en la medida en que el servicio educativo y los procesos pedag gicos se fueron complejizando, haciendo evidente la necesidad de hacerse cargo de nuevas tareas que surgen de la propia expansi n del sistema escolar (Toro, 2015). Algunos de los factores que dan cuenta de esta complejizaci n son la atenci n de estudiantado m s numeroso, mantenci n de gran- des liceos, surgimiento de nuevas modalidades, manejo y desarrollo de nuevas especialidades, talleres, bibliotecas y laboratorios, el tiempo de permanencia en los establecimientos, nuevos desafíos a nivel social, socioemocional, y de abandono y deserci n escolar. Asimismo, se debe destacar la incorporaci n, en los a os 90, de las Bibliotecas o Centros de Recursos de Apren- dizaje (CRA) los Talleres de Aprendizaje Pedag gico (TAP) o los laboratorios de computaci n e informática educativa. Cada uno de estos elementos ha influido en la necesidad de incorporar nuevos/as “encargados/as” de cada uno de estos programas escolares (Mineduc, 2012). Ade- m s, se insertan paulatinamente en el sistema educativo nuevos/as profesionales de car cter no docente tales como psic logos/as, trabajadores/as sociales o terapeutas ocupacionales. En cifras (Mineduc, 2015b, 2016, 2017), m s de un tercio del personal que trabaja en el sistema educativo forma parte del sector denominado “asistentes de la educaci n”, alcanzando, en

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