Manual gestión: tamizaje visual

32 Manual de Gestión de Tamizaje Visual Autoras: Prof.TM. Claudia Goya Lizana / Prof. Mg. Leonor Armanet / Prof. Dra. Ana María Salazar pueden interactuar varios factores, dentro de los cuales juega un papel importante la refracción. (17, 21, 26, 27, 28) El diagnóstico del estrabismo no siempre es fácil, cuan- do este es permanente y de gran ángulo, es evidente para las personas y por lo tanto pueden ser reconocido por la mayoría de los profesionales de la salud, sin em- bargo muchos de los estrabismos se inician en forma intermitente o su ángulo de desviación es variable y pe- queño, mientras que otras veces, la conformación facial y la colaboración del niño pueden dificultar el diagnósti- co entre un verdadero y un falso estrabismo (por ej. por la presencia de epicanto). Los casos de presentación intermitente y los estrabismos de pequeño ángulo como la microtropia, pueden pasar desapercibidos para pro- fesionales poco entrenados. Sin embargo la ambliopía monocular, sin causa aparente, debe hacer sospechar de la presencia de una microtropia. (17, 18, 26) Por otra parte, uno de los aspectos más relevantes rela- cionados con la pesquisa, el diagnóstico y el tratamien- to oportuno del estrabismo, es lograr un buen pronósti- co visual, en otras palabras lograr que los niños y niñas que tienen estrabismo, desarrollen de la mejor forma posible, sus capacidades tanto mono como binocula- res, capacidades que contribuyen en gran medida con su desarrollo físico, psíquico y social. Por todas estas razones, el descarte de esta patología y su seguimiento en el tiempo, requiere siempre de la evaluación de un equipo de salud especializado y sensibilizado con sus características e importancia global. Por lo todo lo anteriormente señalado, para diagnosticar un estrabismo se requiere además de profesionales es- pecializados, una serie de métodos y test que deben ser aplicados considerando y evaluando variables como; la edad del paciente, el tipo de estrabismo, la edad de inicio, el tiempo de evolución, el tratamiento indicado, la adherencia a éste, la presencia de otras patologías y factores hereditarios, protectores y de riesgo, entre otras. En general el diagnóstico debiera considerar, al menos: Anamnesis: antecedentes mórbidos y familiares como; • • • Parto normal o distócico, alteraciones endocrinas, parálisis cerebral, hidrocefalia, trastornos neurop- sicomotores, etc. Herencia, antecedentes de estra- bismo en la familia, ambliopías y vicios de refracción. Además, edad de inicio, tratamientos previos y ad- herencias a estos, dirección de la desviación y ojo comprometido, tipo de inicio: intermitente o no, entre otras. Evaluación de la agudeza visual. Evaluación de la ausencia o presencia de la desvia- ción y tipo de ésta, posición de la cabeza (descartar presencia de tortícolis de origen ocular), de la facie: presencia de epicanto, hipertelorismo, exoftalmos, etc. Refracción sin y con cicloplegia, según corresponda. Evaluación de la convergencia y la acomodación. Presencia o ausencia de visión binocular. • • • Se utilizan test más específicos cuando se quiere eva- luar los aspectos sensoriales como la fusión, la co- rrespondencia sensorial y la estereopsis, para la cual se utilizan test como las estrías de Bagolini, las luces de Worth, filtros rojos de intensidad creciente, las post imágenes, entre otras. Para evaluar la visión binocular se usa el Titmus o el TNO que no tiene pistas monocula- res. Para niños más pequeños o que no cooperan, ade- más del Titmus se utilizan el de Randot stereotest, Lang I y II, etc. (17, 21, 26, 27, 28) Tratamiento El tipo de tratamiento depende de diferentes factores: el tipo de estrabismo, la edad de inicio, la edad de ini- cio del tratamiento y la adherencia a éste. En general los objetivos son funcionales, tanto desde el punto de vista mono como binocular y/o estéticos. Si el objetivo es funcional y dependiendo del tipo de estrabismo, el tratamiento debe iniciarse lo más cercano posible al diagnóstico, con el fin de lograr un mejor pronóstico visual. (17, 18) El tratamiento considera: a) Conservar o recuperar la visión del o los ojos des- viados; tratamiento de la ambliopía y corrección de los vicios de refracción. b) Mantener o recuperar la visión binocular; para lo- grarlo es necesaria la conservación o recuperación de la visión monocular y en muchas ocasiones depende también, del alineamiento de los ejes visuales. c) Alinear los ejes visuales con cirugía, toxina botulíni- ca, tratamiento refractivo por medio de lentes ópticos y la ortóptica. El tratamiento quirúrgico es generalmente el más utilizado, la técnica quirúrgica dependerá del tipo de estrabismo, de la edad del paciente y de los ob- jetivos que se esperen lograr. En términos muy genera- les consiste en debilitar los músculos hiperfuncionan- tes, retrocediendo su inserción muscular y/o reforzar los músculos hipofuncionantes por medio de la desin- serción, resección de un trozo del músculo y posterior reinserción. d) En el caso de la endotropia acomodativa (ET ac.) se pueden usar colirios oftálmicos con efecto ciclotónico,

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=