Modelo educativo de la Universidad de Chile - 2021

13 1. Formación integral de personas La misión y los principios institucionales que constan en su Estatuto indican que la Universidad de Chile asume, con vocación de excelencia, la formación de personas con sentido ético, cívico y de solidaridad social. Este llamado a una enseñanza que considere a la persona desde una perspectiva integral supone tomar en consideración su multidimensionalidad, la cual incluye aspectos cognitivos, afectivos, sociales, políticos y comunitarios (Friz, 2016). Desde esta perspectiva, se reconoce la necesidad de valorar y generar espacios para el desarrollo de las múltiples potencialidades de las y los estudiantes, intencionando su participación en la vida universitaria, tanto en sus aspectos académico y sociocultural, como en el desarrollo de su autonomía y su empoderamiento cívico. De este modo, la formación integral se transforma en un proceso beneficioso tanto para cada estudiante y su núcleo social como para la universidad que les recibe. En la memoria Equidad y calidad: El compromiso de la Universidad de Chile con el País (2013) de la Oficina de Equidad e Inclusión, se señala que la formación integral de personas es un principio consustancial a la educación pública, que: “… permanentemente abierta a la diversidad social y valórica, somete las ideas, opiniones y creencias a un escrutinio constante que refuerza el sentido de lo múltiple y entrega herramientas a quienes se forman en ella para desarrollar la conciencia de sus derechos, deberes y sus responsabilidades, consigo mismos, con los demás, con el país: es decir, construye cotidianamente ciudadanía, abriendo horizontes de futuro que exceden las formas vigentes de poder en la sociedad”. (Pérez, 2012, como se citó en Equidad y calidad: El compromiso de la Universidad de Chile con el País, 2013, p. 11).

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