Cien propuestas para el país que queremos: diálogos al alero de la Universidad de Chile

183 educación 22. Promover una formación en valores y capacidades que per- mita a las y los adolescentes ser sensibles al entorno social, cultural y medioambiental, y que permita su proyección de futuro tanto for- mativo como laboral. 23. Generar un currículum flexible que asegure la adquisición de las competencias necesarias para el desempeño laboral, así como las habilidades y valores para el desarrollo personal y social. Para esto es necesario generar instancias donde los estudiantes puedan participar de la elección de contenidos, de modo de satisfacer sus intereses e inquietudes, pero que también les permita perfilar de mejor forma su proyecto de vida. 24. Generar planes de formación común que integren a los esta- blecimientos de educación media, donde solo se diferencie en cur- sos específicos a quienes deseen seguir especialidades científicas, humanistas, artísticas, técnicas, deportivas, entre otras. Esta refor- ma debe incluir a todos los establecimientos, independientemente de su tipo de financiamiento. 25. Repensar y fortalecer el rol de las empresas respecto de la educación técnica y avanzar a una formación dual, reemplazando la mirada caritativa que prima hoy por una de corresponsabilidad; es decir, pasando de un rol benefactor a uno de colaborador. Este rol social de la empresa responde tanto a las necesidades producti- vas, como a las formativas. 26. Promover la creación de centros o nodos tecnológicos do- centes, cuyo rol sea el de generar y coordinar actividades prácticas y de vinculación entre los estudiantes que opten por el camino téc- nico y las empresas. Estos espacios deberían articular un trabajo en red con distintos establecimientos, y deben dar lugar a instancias de integración social que hoy difícilmente se generan al interior de los liceos.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=