Traumatología de la rodilla

Universidad de Chile Tumores alrededor de la rodilla Pierluca Zechetto Benvenuto ORCID: 0000-0002-3612-0173 Luis Bahamonde Muñoz ORCID: 0000-0002-0109-3072 Introducción En la rodilla, es decir, en el fémur distal y tibia proximal, existe la mayor incidencia de tumores óseos benignos y malignos. Por esto, resulta de interés ahondar un tanto en algunos de los diagnósticos principales, así como también su terapéutica actual. Aquí se incluyen diferentes técnicas quirúrgicas, que pretenden restaurar la función, al mismo tiempo que permitir el control local de la enfermedad. No es la pretensión de este capítulo entrar en el detalle de cada entidad nosológica, sino establecer categorías principales en base a su comportamiento biológico, localización y extensión local, de modo de describir en torno a ellas las diferentes modalidades quirúrgicas para su manejo. Difcultades en el Diagnóstico en Lesiones Tumorales y Seudotumorales La sospecha diagnóstica de un tumor óseo, ya sea primario o una metástasis, es a veces difícil, puesto que se trata de entidades poco frecuentes, y la historia clínica relatada por los pacientes aporta pocos indicios. An aquellos tumores de comportamiento agresivo suelen tener una tardanza para establecer el diagnóstico. En el caso del osteosarcoma, hay un promedio de nueve semanas de evolución antes de su confrmación. Del mismo modo, la presencia de una lesión sospechosa de neoplasia evidenciada en radiografías o en métodos más sofsticados, puede ser motivo de discusión y duda diagnóstica para el ortopedista no familiarizado con estas patologías. Por otra parte, existen lesiones no tumorales que producen sintomatología e imágenes radiográfcas que simulan tumores, como algunas infecciones óseas y lesiones osteocondrales. En estos casos, la historia clínica detallada puede orientar el diagnóstico. Una vez que la imagenología demuestra una lesión sospechosa, es recomendable que el médico no especialista derive al paciente a un cirujano versado en el manejo de los tumores musculoesqueléticos. La mayoría de las veces ocurre de esta manera, incluso en caso de hallazgos radiográfcos con signos claros que sugieren benignidad. Un ejemplo típico lo constituyen las lesiones de naturaleza condroide, que casi siempre aparecen casualmente en estudios imagenológicos de pacientes que consultan por una patología no relacionada. Figura 1. 443

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