Traumatología de la rodilla

Universidad de Chile Inhibición muscular artrogénica (AMI) Es un proceso en que la activación muscular principalmente del cuádriceps se ve afectada producto de inhibición neural. Los mecanismos causales de esta inhibición incluyen aumento en los umbrales de descarga de los mecano-receptores remanentes del LCA, menor descarga aferente hacia la corteza motora por las adaptaciones del SNC y aumento en el umbral de descarga desde la corteza motora. Así, se difculta la descarga desde la corteza motora a la musculatura 11 . La inhibición muscular de cuádriceps puede llevar a importantes disfunciones como défcit en la extensión de rodilla, alteraciones en la marcha, atrofa de cuádriceps, inestabilidad crónica y osteoartritis. Debido al AMI, el peak de torque de cuádriceps se reduce alrededor de un 80% y afecta tanto la pierna afectada como la contralateral. Esta inhibición se puede mantener durante varios años. Las manifestaciones clínicas de un AMI evidente se pueden apreciar cuando se le solicita al paciente que en posición supina presione la rodilla contra la camilla. Se observa incapacidad de contraer la musculatura del cuádriceps (se hace más evidente la contracción del glúteo), no se observa la activación de los vastos, tampoco el ascenso de la patela y menos existe la capacidad de elevar el talón al momento de presionar la rodilla contra la camilla. En casos severos el paciente no logra realizar fexión de cadera con la rodilla extendida. Para manejar el AMI normalmente se comete el error de fortalecer la musculatura de cuádriceps con cargas externas, lo que comúnmente genera alteraciones de patrones de movimiento que llevan a mayor stress intraarticular y aumento de volumen. Ambas situaciones por supuesto generan que el AMI sea mayor. La propuesta actual puede comenzar incluso con el fortalecimiento de la musculatura contralateral en caso que exista además irritabilidad evidente. Se ha demostrado que este tipo de fortalecimiento puede mejorar hasta en un 20% la activación del cuádriceps afectado. Otros tipos de intervenciones muy recomendados en esta etapa es apoyarse con crioterapia ya que el aumento de volumen inhibe la descarga aferente hacia la corteza y por ende la activación de la corteza motora, la electroestimulación muscular ya que permite la contracción de la musculatura pese a ver poca inervación reduciendo así la atrofa secundaria que produce el AMI 12 y últimamente se está trabajando mucho con diferentes tipos de feedback visuales como la terapia en espejo y los esfngomanómetros que permiten mejorar la conciencia de activación y así la descarga cortical 13 . La contracción isométrica ha demostrado tener un efecto analgésico importante aumentando así la descarga via corticoespinal, pero se debe realizar en rangos de no tensión del ligamento cruzado anterior en etapas iniciales. Si se realizan ejercicios isotónicos estos deben realizarse asegurando que existe un buen patrón de movimiento y no se activa en forma evidente la musculatura compensatoria. Rigidez articular La rigidez articular es una respuesta normal frente a la injuria que tiene un gran benefcio a corto plazo ya que evita que se generen altas tensiones en el LCA. Sin embargo, es muy común que esta se mantenga más allá de los tiempos asociados su reconstrucción. La rigidez mantenida en el tiempo genera alteración en los patrones de movimientos normales aumentando la fuerza compresiva y stress intraarticular, por lo que debe ser tratada kinésicamente 14 . 333

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