Traumatología de la rodilla

Universidad de Chile Edema óseo y osteonecrosis en la rodilla Dr. Rodrigo Suárez Sánchez ORCID: 0000-0001-7580-6170 Introducción Patología descrita por primera vez por Ahlbäck en 1968 1 . Manifestándose frecuentemente como un dolor agudo de rodilla pudiendo ser autolimitado, pero también puede progresar a artrosis de rodilla. La osteonecrosis en la rodilla es la segunda ubicación más frecuente luego de la cadera 2 . Su fsiopatología no está completamente comprendida y en la actualidad se divide en 3 cuadros principales 2 : 1. Osteonecrosis espontánea de la rodilla ( Spontaneous osteonecrosis of the knee , SONK ) o fractura por insufciencia subcondral 2. Osteonecrosis secundaria 3. Osteonecrosis post artroscopia El objetivo de este capítulo es describir estas patologías haciendo énfasis en la presentación clínica, hallazgos radiográfcos y recomendaciones de tratamiento. Osteonecrosis espontánea de la rodilla (SONK) Patología con incidencia y prevalencia desconocida, aunque es más frecuente que la osteonecrosis secundaria. Probablemente sea subdiagnosticada en un importante porcentaje de casos, pudiendo ser el refejo de una artrosis de rodilla en etapa terminal 3 . El cuadro clínico se caracteriza por dolor de rodilla de inicio agudo, que se exacerba al fnal del día, y con la carga. El compromiso es más frecuente unilateral y en pacientes mujeres mayores de 50-60 años 4, 5, 6 . El cóndilo femoral medial es el más frecuentemente afectado, lo cual estaría determinado por una zona de irrigación terminal 7 . Históricamente se planteó la existencia de isquemia y posterior necrosis, pero actualmente existe evidencia donde se demuestra que la mayoría de los casos no presentan necrosis y que sería secundario a fracturas subcondrales en hueso osteoporótico 5 . Estas fracturas producirían una acumulación de líquido a nivel de médula ósea llevando a generar edema óseo. Debido a esto el término "SONK" sería inapropiado, y varios reportes sugieren que el término más apropiado es “Fractura inestable que resulta en la muerte ósea del fragmento desplazado" 3 . Al examen físico destaca claudicación en la marcha, generalmente con derrame articular leve a moderado y dolor a la palpación del segmento comprometido: cóndilo/platillo, medial o lateral. Frecuentemente puede simular una rotura meniscal medial, pero se puede intentar diferencia por presentar mayor dolor en relación, a la eminencia ósea, más que en la interlínea. Aun así, no es fácil hacer la diferencia del punto de vista del examen físico. 143

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