Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación

8 – Opinión pública contemporánea ron anuncia peregrinamente la aporía de lo social revelada contemporáneamente: una comunidad obliga por lo común a cada individuo, en comunidad no se puede ser individualmente libre, en una comunidad no hay posibilidad de intereses indi- viduales sobre los intereses que fundan lo común, lo común está primero, define la pertenencia de cada individuo. Pero el individuo libre, por racional, por su uso público de la razón, es la pieza constitutiva de la subjetividad moderna. Su reunión es como si fuese una comunidad (imposible) constituida por cada individuo libre de lazos comunitarios. Kant dice social –sin decirlo– cuando hace desaparecer lo comunitario en la reunión de individuos liberados al uso público de la razón. Tampoco es patrimonio de las ciencias políticas ni de la sociología, la paradojal formulación de Rousseau sobre una “voluntad general”. Una voluntad común que no es heredada, tampoco se trata de la suma de voluntades individuales, sino la fuen- te de voluntades individuales, nunca concluida, en permanente puesta en escena. U otro tanto, en el esfuerzo por atender aquel oxímoron , en la fórmula de “ideal de publicidad burguesa”, propuesta por Habermas, como principio y mecanismo del orden social moderno. Cada uno con cada otro, haciendo Uno: La voluntad gene- ral, La opinión pública. Los muchos y las muchas son uno, una, un pueblo constituido por individuos libres que se reconocen, cada quien, como los mismos (mismo a sí mismo y a otros, “somos de los mismos”). Un gentilicio: la gente que habita tal territorio, propia a ese territorio, natural del mismo, nacida en tal territorio. Un colectivo étnico: la gente que habita con tales costumbres, creencias, juicios y actividades típicas. Lo moderno del sujeto es la aporía sugerida en los individuos en común: de la política (ciudada- nía) y del trabajo (productores/consumidores). Somos todas (“las personas”) y es nadie (ninguna “persona”, ni “natural” ni “jurídica”). Sospechosa subjetividad . Pero, volvamos a la actividad evocada en la unión de ambos términos: opinar públicamente, publicar opiniones. Pues, sucede que cada término concurrente en tal actividad, trae sus propias sospechas. Opinar: es una actividad desprestigiada por imprecisa, parcial, sin método, arbitraria: “habladurías”, “se dice”, “se supo”, “comentan por ahí”. Opinar es ya una actividad pública , un tipo de declaración interpeladora ¿Por qué otros quieren mi opinión? Sospechoso interés: hablar para pro-vocar hablar. Sospechosa actividad comunicativa . Público, públicos, publicidad, publicitar, publicitario: de la información en ge- neral a la información de unos patrocinadores, a unos anuncios. Un spot , voz an- glo que alude tanto a un “lugar” (como puesto, plaza, posición), como a un “lunar” (mancha, punto). Asociando ambas, diríamos un lugar de excepción, como otra de las palabras afines a spot : rincón. Publicar es ya una actividad opinante . Sospechosa actividad exhibitiva .

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