Vidas cotidianas en emergencia: territorio, habitantes y prácticas

54 – Vidas cotidianas en emergencia: territorio, habitantes y prácticas la música, de la sonoridad y sus relaciones con la sociabilidad, la cotidianeidad y el territorio; y b) conocer los repertorios musicales escuchados por los inmigrantes y explorar su incidencia en la reconfiguración de sus identidades (Becker & Faulkner, 2011). En las páginas que siguen expondremos: i) la discusión conceptual que ha orientado nuestra indagación, principalmente a partir de las categorías de territorio, producción de lugar, cuerpo, cotidianeidad y acontecimiento; ii) describiremos una estrategia metodológica que es afín a nuestra dispersa, escurridiza y efímera pro- blemática y; iii) daremos cuenta de algunos de los primeros hallazgos que hemos encontrado en nuestro trabajo en terreno. Territorio y producción de lugar Dicho rápida y esquemáticamente, la noción de territorio alude a una porción de espacio que es apropiada por alguien (Heymer, 1977; Sack, 1986; Montañez & Del- gado, 1998; Restrepo, s/f ). Es en la apropiación que se encuentra la especificidad y diferencia de dicha noción respecto de otras afines, como las de lugar y paisaje, las que pueden entenderse, respectivamente, como un espacio que posee significado y un territorio visto en su dimensión perceptual. De esto se desprende que, en nuestra experiencia no hay espacio que no sea lugar, pues todo espacio posee significado y, que no todo lugar es un territorio pues el significado no siempre se traduce en apro- piación o en disputa por la apropiación. También se desprende de lo dicho que un territorio es siempre, a la vez, un paisaje, y que el paso del uno al otro, remite a un cambio de énfasis: de los modos de apropiación a las formas de percepción. El énfasis en la apropiación indica que se intenta observar y comprender las modalidades a través de las cuales un individuo o grupo humano toma para sí un determinado lugar e intenta hacerse dueño de él. Pero, al mismo tiempo, sugiere que el territorio es un proceso que se encuentra abierto y que la apropiación nunca es absoluta, sino que histórica y, por lo tanto, abierta al acontecer. En este sentido, la propiedad, junto con ser aquello de posesión de alguien, remite a algo que es propio de un ser, aquello que le distingue y que, en esa medida, resulta estable. La propie- dad pretende ser invariable, pero es siempre un proceso permanente de apropiación abierto a la contingencia. Abordar las “músicas nómadas” en clave territorial tiene una serie de implican- cias, las que primero enunciaremos de modo general, esbozando una secuencia lógi- ca, para luego abordarlas de manera específica, detallando sus elementos centrales. Así, haciendo el recuento general, adoptar la perspectiva territorial supone reco- nocer: primero, que los migrantes llegan a un lugar que es un territorio, es decir, a un lugar que no sólo posee significados, sino que a un lugar cuya propiedad es

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