Dossier N°7 del programa de Estudios Comunitarios Latinoamericanos de la Universidad de Chile: COVID-19, feminismo decolonial y revueltas populares

B RAVO , J. V OCES Y AGENCIAS DEL ESTALLIDO SOCIAL : A NÁLISIS ONTOLÓGICO DE LA REVUELTA DEL 18 DE OCTUBRE social chileno. En este artículo consideramos que uno de los principales motores de las movilizaciones recientes en Chile se debió al despertar de las agencias silenciadas, que corresponden al pueblo oprimido, a las clases vulneradas, a la clase media endeudada, así como también a los diversos colectivos y comunidades sociales. Manifestaciones de l agenci del estallido social chileno A continuación se realiza un análisis sobre algunas de las manifestaciones del estallido social chileno, en contraposición a las atribuciones causales realizadas desde el poder. Hay una frase recuperada de una foto que circuló durante los primeros días del estallido social que dice lo siguiente: Estamos peor, pero estamos mejor, porque antes estábamos bien pero era mentira. No como ahora que estamos mal pero es VERDAD. A la luz de los conceptos repasados previamente, podríamos interpretar que el tiempo en que se vivió aparente paz social en Chile, es decir desde la década del 90 hasta el 2019, durante la “democracia” chilena, fue un momento que se caracterizó por un silenciamiento de las agencias del pueblo y comunidades chilenas, por eso se refiere el apelativo de mentira, ya que las masas populares vivían una vida que no les correspondía a su sentir existencial que le permitiera ejercer su capacidad de agencia, sino que se encontraban sometidos y engañados al atribuir que dicho orden social y sus concomitantes responsabilidades sociales eran adecuadas. En el momento del estallido, emerge una agencia que corresponde a una sensación encarnada en los cuerpos individuales y sociales que les hace sentido a las personas en forma de una verdad que está presente y que motiva a la denuncia, la crítica y la esperanza de un cambio respecto a las condiciones de opresión para que puedan vivir en libertad. El motivo inicial, o la gota que rebalsó el vaso, por decir de una manera coloquial, correspondió al alza de 30 pesos del pasaje del metro, el cual fue denunciado y cuestionado por las agrupaciones críticas de estudiantes secundarios, que ejercieron el acto rebelde de la evasión del metro, bajo la consigna “evadir, no pagar, otra forma de luchar”. Este incremento en los pasajes motivó la aparición de la frase “no son 30 pesos, son 30 años”, aludiendo a los 30 años de “democracia”, donde no se generaron cambios profundos en la legislación chilena, ya que hasta la actualidad se gobierna bajo la constitución de Pinochet, creada bajo la dictadura cívico militar Chilena. Diversos significantes novedosos comenzaron a emerger como producto de la cultura de la manifestación, quizá indicando los diversos mundos que coexisten en Chile. La zona cero, correspondiente a la ex plaza Italia, ícono del centro de Santiago y también de Chile, que expresa la segmentación social del país, ya que la ciudad se divide entre los que viven entre plaza Italia para arriba y plaza Italia para abajo. Este lugar fue rebautizado como Plaza de la Dignidad, debido a que el principal motor de las protestas correspondía a cambiar la sociedad y hacer de esta un lugar donde se pueda vivir con dignidad, y no en opresión y amargura que caracteriza al Chile Neoliberal. 54

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=