Dossier N°7 del programa de Estudios Comunitarios Latinoamericanos de la Universidad de Chile: COVID-19, feminismo decolonial y revueltas populares

V ALENZUELA -C ONTRERAS , C. M UJERES , DIVERSIDADES SEXUALES Y DE GÉNERO ANTE LA CRISIS POR COVID: A PORTES DECOLONIALES Y FEMINISTAS violencia que reproducen desigualdades sociales y que han profundizado la situación de vulnerabilidad y aislamiento de las mujeres. Una situación paradojal queda reflejada en un aumento significativo de los llamados al fono 149 (Fono familia). El Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género reportó vía ley de transparencia a la Red Chilena 48.688 llamados a través del fono 1455. Pese a estas cifras alarmantes de búsqueda de ayuda, el Ministerio Público reportó una disminución de las denuncias en el marco de la ley de violencia intrafamiliar (20.066). La paradoja del grito del silencio que no tiene eco en ninguna forma de respuesta pública. Si bien, es posible anticipar un escenario de deterioro progresivo de la calidad de vida y el bienestar de las mujeres y sus hijos, hijas e hijes, la situación de las comunidades de las diversidades sexuales y de género es aún más grave y de impactos aún no vislumbrados. Una encuesta desarrollada por el MOVILH (2020) que buscó caracterizar el impacto del COVID en población de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales destacó los efectos percibidos por la propia población LGBT en varios dominios de existencia. Una declaración de compromisos de la oficina del Alto Comisionado en Derechos Humanos de las Naciones Unidas, difundió la responsabilidad que compete a los Estados en la garantía de derechos y su manifestación en acciones concretas de políticas públicas orientadas a esta población que permitan diseñar, implementar y evaluar medidas de lucha contra los efectos de la pandemia en este grupo. Pese a los esfuerzos políticos y legislativos en el contexto chileno y mundial, varias experiencias de vulneración de derechos en el acceso a salud sexual y reproductiva de calidad, casos de discriminación y amenazas a la dignidad de este colectivo (por ejemplo, a través de la autorización de desplazamiento al bus de la libertad en Chile, que abiertamente crea hostilidad y discriminación), exhibiendo discursos que superponen abandono, indolencia y falta de reconocimiento a las disidencias. El contexto descrito se configura como una amenaza para desarrollar una plataforma de seguridad básica de dignidad y derechos tanto para mujeres como para el colectivo LGBTIQ+. Esto no sólo se origina por la magnitud del efecto de la pandemia sobre las vidas y cuerpos de algunos grupos (la otredad negada o que emerge desde los bordes). Se incrusta en una particular concepción (o cosmovisión) panamericanista de la salud, evidenciada en indicadores comparables entre países, con sus consecuentes rupturas ético-políticas con la diversidad. Una salud pública diseñada en clave colonial Un concepto que resume muy bien esta afirmación es el de enfermología pública del panamericanismo (Basile, 2018). En esta forma de entender la salud de la población priman la hegemonía del saber biomédico, colonial y la mercantilización global de la vida. Esta concepción de la salud anclada en un manejo centralizado y global de la crisis, expone la ausencia de una reflexión propiamente local, antirracista, feminista y no heterosexista, que ponga en el centro del debate temas tan complejos 25

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=