Mejoramiento escolar en acción

205 Mejoramiento Escolar en Acción social. El capital intelectual se refiere al conocimiento y competencias que tienen sus profesionales para implementar prácticas efectivas, y el capital social a las relaciones interpersonales que posibilitan compartir ese capital intelectual. Así, la investigación no solo necesita generar conocimiento, también requiere fortalecer las relaciones entre e intra-grupos en las comunidades educativas. En general, estos actores aparecen bastante críticos entre sí y, paradójicamente, con muchas ganas de iniciar trabajos en conjunto de manera colaborativa. Una agenda podría abordar de manera sistemática la construcción de espacios de diálogos entre actores que a veces se ven como antagonistas pero reconocen necesitarse mutuamente. Tal como los señalan López et al. (en esta publicación), la construcción de confianzas y la reflexión sobre el trabajo son aspectos centrales de las prácticas que buscan construir integración y democracia en las escuelas. Mara Sapon-Shevin (en este volumen) agrega que esta integración reconoce la diversidad como un aporte a la comunidad escolar. Entre los participantes de estas mesas la diversidad se representaba más frecuentemente como problema que como oportunidad para ofrecer una educación inclusiva. Una de las certezas que la lectura de los casos nos deja es que la me- jora es promotora de la mejora. La mayoría de las transformaciones implican una decisión y valentía para afrontar escenarios que nos alejan de las zonas de confort y generan incomodidad. Anderson (en esta publicación) nos alertaba que el ¿cómo?, y el ¿para qué realizamos los cambios?, muchas veces se pier- den en medio de las reformas que apuntan a la competencia en el mercado educativo. Los participantes de las mesas señalan como necesario que sus escuelas y liceos sean capaces de gestionar los recursos, en especial el tiempo, y con este tiempo, promuevan la creación de espacios de colaboración que redistribuyan el poder en los distintos actores y promuevan la reapropiación del trabajo. Los participantes de los grupos de discusión presentan el desafío de extender las lógicas de liderazgo ejemplificadas en las prácticas de los cin- co equipos directivos que contribuyen en esta publicación (ver artículos de Ahumada y López en esta publicación). Una escuela más democrática, una comunidad más inclusiva y un liderazgo que asuma como su propósito la de- fensa de los derechos de los estudiantes a tener una educación que los prepare a éstos para ser constructores de sus destinos.

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