Estéticas menores

Una generación hiperexpuesta Laura Lattanzi Vizzolini En el 2006 la revista Time eligió como personaje del año a «usted», en realidad a todos los internautas que crean y usan la red. «Si, tú. Tú controlas la era de la información y comunicación. Bienvenid@. a tu mundo», subtitulaba la portada, ilustrada con un Mac cuya pantalla se presentaba como un espejo, de modo que el lector se vea reflejado, con las letras you sobreimpresas. Esta elección de la revista claramente se contrapuso a todos los personajes anteriormente elegidos entre los que se destacaron presidentes, líderes sociales y religiosos. La elección era ahora «tú». Artículo para un ser impropio, sin nombre, sin atributos, pero al que sin embargo se le reconoce una gran influencia, administrador de un poder que lo equipara a figuras como Barack Obama, Vladimir Putin, el Papa Francisco. Reconocimiento de un poder desterritorializado, repartido en el anonimato que cuestiona las nociones de exclusividad. escasez u originalidad. Así estos «tu(s)» anónimos, impropios pueden ser acaso la posibilidad de una comunidad digital que reorganice los lazos sociales frente al avance de la privatización proponiendo nuevas formas de experiencia; o puede ser más bien un espacio sin anclajes, de anónimos que ya no luchan por su subjetivación, sino por la posibilidad de verse reflejados en un espejo vacío, la pantalla de un ordenador que los hace circular como mercancías autoproducidas, singularidades significantes que se ofrecen en el mercado de los bienes simbólicos digitales. Los artistas de Apocalípticos e integrados, muestra de cine y video experimental latinoamericana del 2016 en el Laboratorio de Arte de Metales Pesados, se debaten críticamente entre uno y otro: o se atreven a jugar como singularidades autoproductoras con un extenso catálogo de significantes ahora vaciados de valor político, moral, estético (los agrupados bajo el ciclo de «integrados»), o 217 se dejan caer en un neo-nomadismo desterritorializado

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