Archivo: diálogos iniciales

116 Archivo. Diálogos iniciales La idea es sugerente. Lacan ha mostrado cómo la imagen mimética en el espejo viene a configurar el campo de lo imaginario. En él, el sujeto se aliena de sí, en la medida que esa imagen está fuera de él. Pero, gracias a ella también obtiene el control de sus funciones motoras, y en último término, logra la formación de su yo ideal a partir de las imagos. 11 Si pensamos en el carácter de la máscara, tal como es pensado por Lacan a partir de Callois, nos percatamos que el proceso de la psicastenia legendaria es ese momento en que el espacio se define a partir de su efecto desrealizante. Es decir, la fragmentación del espacio y la disolución del propio yo suceden como experiencias miméticas. Es esta mímesis del exceso lo que la diosa Atenea teme y el motivo por el cual huye despavorida de su propio rostro transfigurado. La experiencia de lo bestial que la comunión mística con el alcohol nos devuelve no es una imago de idealidad perfecta, sino muy por el contrario la de la vuelta a la condición primigenia de la indiferenciación con lo natural, no con lo sobrenatural. Este entretejido ideal y simbólico, natural y amenazante es traspasado en la experiencia iniciática de pasar a pertenecer a la comunidad comunicacional de aquellos que pierden la palabra, pero recuperan la lengua, en su condición morfológica existencial de balbuceo ilógico y alterado temporalmente, propia de la embriaguez. Como si la pérdida del habla, del uso cognitivo soberano de la lengua nos devolviera a los sonidos, en una condición renovada. Las palabras pierden su referencia estructural y se diluyen en la amnesia de las fórmulas ritualizadas que funcionan como gestos vacíos y asintomáticos, que por lo mismo apelan a una unidad en que el lenguaje apenas surge de la comunidad diferenciada de los hombres y la naturaleza. Las risas por los errores, la rabia profunda sin sentido, la violencia contra la razón que no logra articular nudos significantes, la maña para hacerse entender mediante la liberación del cuerpo que odia y quiere 11. Para este punto, véase: Lacan, J. “El estadio del espejo como formador de la función del yo (je) tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica”, en Escritos . Siglo XXI Editores. Argentina, 2006.

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