Poéticas de la intemperie

80 Poéticas de la intemperie vanamente ser descifrado. El gesto se consuma o completa no en su presencia material sino en la subjetividad de otro -pues es un rastro dejado siempre por otro para otro- o finalmente en su necesaria desaparición. Decía antes que la calle es lo que sucede a contrapelo del espacio público, su topografía se constituye de vestigios, rastros, indicios que son lo inadvertido que constituye una ciudad como carne, la piel de su humanidad. Cuando la ciudad ya no está ahí y cesa como idea de totalidad, las huellas que se han retirado sobre sí mismas en un diálogo ensimismado exponen, traen delante de sí la resonancia de su voz sorda sin timbre: lo velado de su presencia. El frotado o frotagge, vieja técnica asociada al grabado, en tanto sudario y huella física de las cosas, es un modo de revelar de lo que se sustrae a la percepción inmediata y vacía de rutinas y trayectos. El papel o tela cubren el cuerpo como una veladura tan sólo para hacerlo visible nuevamente, ahora quizás sin atributos circunstanciales sino en su forma pura como el relieve de los cuerpos muertos. Sin embargo, el soporte contiene la evidencia de los

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