Escuelas de Arte, Campo Universitario y Formación Artística

80 III En una ocasión le pregunté a un alumno si le parecía pertinente para su formación informarse acerca de los movimientos: impresionista, cubista o dadaísta; en el fondo, si era necesario para él estudiar materias ligadas a las artes visuales. La respuesta fue la siguiente: “preferiría no estudiar dichas materias, debieran ser reemplazadas por ramos específicos de la carrera de ingeniería”. El alumno, en cuestión, había venido a todas las clases y había presentado trabajos escritos dignos de un estudiante de literatura. Al final me confesó lo siguiente: “Si hay que estudiar estas materias, hay que hacerlo con disciplina”. IV Esta respuesta me hizo pensar en lo siguiente: que una severa disciplina en el estudio puede gatillar una inesperada sensibilidad de orden estético. El arte y la ciencia no son caminos absolutamente opuestos. La libertad supone experimentar el encierro previo en una cárcel, parafraseando a Nietzsche. Desde el rigor disciplinario se pueden experimentar las libertades propias del discurso estético. El orden es necesario para conquistar el desorden. Sentencia que pude ver confirmada en mi último año como profesor en el mencionado departamento. En aquella ocasión, les propuse a los alumnos elaborar teórica y visualmente una propuesta de obra de arte. Los resultados: consistentes y complejas obras conceptuales, materializadas en estilizadas instalaciones y piezas objetuales. Todo esto complementado por textos que merecerían una justa envidia en los críticos de arte local. Muchos de aquellos alumnos tenían un talento estético y visual sorprendente. ¿No es justamente lo que se le exige a los artistas vinculados al arte crítico y conceptual? V Pero un alumno de ingeniería tiene claro lo siguiente: su deber ético reside en afrontar todas las materias –aunque no le gusten algunas– con la disciplina necesaria como para avanzar en sus estudios. Total, muchos conocimientos que debe asimilar seguramente no le serán decisivos en su trabajo profesional. Lo positivo de esto es que muchos conocimientos inútiles terminan favoreciendo una celeridad mental imprescindible para el desarrollo de determinadas competencias y aptitudes. No todo, en términos de conocimiento, es desechable. Distinto a lo Quince notas acerca de la educación del arte en Chile

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