Resistencias: Foro de las Artes 2020

r e s i s t e n c i a s 16 que salió a las calles a teñir de símbolos y discursos el sentido de la revuelta, se vió obligada a replegarse en sus hogares y, desde sus es- pacios privados e íntimos, dialogar con un afuera que existía como una permanente amenaza. Esa energía no quedó clausurada, más bien, tuvo que encontrar salidas a través de medios telemáticos, en un contexto general donde comenzaron a implementarse nuevos modos de comuni- cación y expresión. El Foro de las Artes 2020, continuaría desarrollando la perspectiva po- lítico-social del arte en el contexto de pandemia global, no solamente como ejercicio de reivindicación del pasado sino como imaginación del futuro y, al igual que el año anterior, algunos conceptos comenzaron cobrar relevancia: la incertidumbre, como nuevo paradigma en torno al futuro inmediato; lo urgente, como estrategia para lidiar con un presente que cambiaba semana tras semana; lo reivindicativo, como táctica para no olvidar el pasado que insufló la experiencia que alimentó el movi- miento social iniciado en octubre 2019. Entre esos tres ejes, pareciera ser que el tiempo transcurrió como un manto opaco, que solamente dejó ver la luz cuando esta se aproximaba a su disolución. Nuestra acción político-creativa tuvo que inventar nuevos senderos, en una economía tecnológica de la comunicación que modificó nuestras estrategias, como también la forma en que imaginamos el futuro. Aunque el llamado al repliegue puede ser leído como un estímulo a la reflexión, el actual sistema productivo, que demanda resultados y expe- riencias medibles acorde a una visión rentista del conocimiento, sumado a un estado de precariedad general del mundo cultural y artístico en Chile, no generó condiciones habilitantes para lo que podría haber sido una oportunidad para la reflexión. Al contrario, el confinamiento global agudizó las contradicciones presentes entre lo político, lo económico y lo cultural. Este estado de las cosas generó un modo de alerta constan- te, no solamente en términos sanitarios, sino también en la necesidad urgente de atender, denunciar o al menos visibilizar la situación de des- amparo de muchas personas en condición vulnerable. Como consecuencia indirecta, pero en completo vínculo afectivo y con- ceptual con las demandas del estallido social, la lucha cambió las calles y los muros por internet, y la promesa de un país mejor por la necesi- dad urgente de atender la catástrofe cultural del presente. La angustia producto de la no-presencialidad, condición humanizante y posibilita- i n t r o d u c c i ó n

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