La tormenta de fuego y la Nueva Santa Olga

El rápido avance del fuego obligó al despliegue inmediato de cientos de brigadistas de CONAF, además de Bomberos, Carabineros y el Ejercito, a los que se sumaron otros cientos de voluntarios civiles y organizaciones de voluntariado. La primera tarea, junto con intentar contener el avance del fuego, fue poner a salvo a la po- blación de las localidades cercanas, llevándolas a albergues. El Gobierno de Chile declaró, el 21 de enero, “Zona de Catástrofe”, con estado de excepción constitucional a las provincias de Colchagua y Cardenal Caro en la región de O’Higgins, y a las comunas de Cauquenes y Vichuquén en la región del Maule. La medida fue ampliada el día 22 de enero a las comunas de Licantén y Hualañé en la región del Maule, y a la comuna de Bulnes en la región del Bío-Bío. El 23 de enero, el estado de catástrofe fue ampliado a toda la región del Maule. En el combate del fuego participaron 64 aeronaves, 5 de ellas provenientes de apoyos de otros países, destacando el avión Ilyushin Il-76, enviado por el gobierno ruso, destinado, que cuen- ta con una capacidad de 42 toneladas de agua. El avión en Chile ha recibido popularmente ENFRENTANDO LA TRAGEDIA 77

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