Virus y sociedad : hacer de la tragedia social, una oportunidad de cambios

31 Ensayos sobre la pandemia por COVID-19 proceso de la memoria en al menos dos senti- dos, en uno ─ el olvido inexorable─ borra la expe- riencia, en otro ─ el olvido inmemorial─ constituye el punto de origen, siendo todo aquellos que hemos olvidado, pero que nos acompaña y nos construye en el presente 7 . La epidemia por COVID-19 ha producido una disrupción en la vida de las personas y por su magnitud y afectación global es probable que se encuentre entre aquellos acontecimientos que recordemos con particular facilidad 8 o al menos de la cual nos queden significados y prácticas, cuya referencia a este período se encuentre en el límite del recuerdo. El tiempo de la pandemia ha interferido con los límites del espacio y la movilidad, afectándose las formas de percibir el tiempo y sus lazos con el senti- do, llegando a trastocar la ahora evidente frágil estructura de las relaciones sociales y econó- micas 9 y provocando, como toda peste, una gran perplejidad inicial y una progresiva caída en la crisis individual y colectiva 10 . Las vivencias de la pandemia se organizan como un fractal de posibilidades, es decir fragmentarias e irregulares, pero repetitivas e indescifrablemente conectadas entre sí. En el caso chileno esta disrupción sobrevino sobre un escenario de politización y disenso signifi- cativo de la sociedad, que repuso la discusión sobre la dignidad de la vida, tras decenios de pérdida, daño y desconexión colectiva 11 . Las reglas del consenso forzoso se desarmaron de la mano de la duda, la desconfianza, la creativi- dad y la ingobernabilidad. En lo cotidiano, en los grandes y pequeños espacios de nuestro país, las reglas más básicas de la convivencia y el sometimiento se pusieron en juego, traspasán- dose las barreras culturales, transgrediéndose las costumbres, el movimiento y el espacio. La disrupción de la “peste” actual permitió lo impensado hasta hace poco meses atrás, el avance ─ probablemente transitorio─ de las fuer- zas del orden, del control y de lo policial, el retroceso del disenso y la política 12 . La capaci- dad de las pestes de interferir o hacerse parte en los procesos sociales ya ha sido descrito con bastante detalle por la historia y la ficción, las pestes se transforman en actores decisivos en guerras, revoluciones y también en la cons- titución de las reglas del juego institucional, incluido el sanitario 13,14 . En términos generales, el miedo y la muerte dan poder a los gobiernos respecto de los gobernados y se tiende a desa- tar los aparatos y dispositivos disciplinarios del poder 15 , poniendo en la encrucijada de la iden- tidad y perspectiva –Estado o Ciudadanía– a los actores del campo de la salud pública 16 . En este escenario de movilización social y satu- ración histórica en el que la sociedad chilena sigue avanzando, envuelta en la tragedia de la disrupción de la continuidad de la vida colec- tiva, el miedo y la pérdida, parece necesaria la pregunta por lo que no hay que olvidar, por lo que necesitamos y necesitaremos recordar de esta epidemia y pandemia, por lo que quere- mos recordar, para seguir construyendo sueños y esperanzas. En nuestro país de sometimien- tos e imposiciones de memorias oficiales que buscan dejar en el olvido inexorable los recuer- dos, historias y vivencias de las clases popu- lares, que niegan sus muertes y dificultan sus ritos, la epidemia será o podrá ser un punto de referencia para el recuerdo colectivo y al mismo tiempo lo que recordemos de esta epidemia y sus consecuencias, de la forma en que pense- mos las problemáticas sociales y sanitarias que devela, es que surgirán parte de las posibilida- des, identidades y búsqueda de soluciones.

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