Teoría crítica del teatro latinoamericano: una introducción

30 supuso el denominado proceso de conquista y colonización –ca- talogado, con toda claridad, como un epistemicidio- consideró la eliminación de todos los vestigios representativos del imaginario precolombino. Entre esas innumerables formas de simbolización social y estética que fueron erradicadas, el teatro de carácter ritual o ceremonial, cuya base de existencia radicaba en la tradición oral, fue reemplazado por el teatro misionero, o evangelizador, de acuer- do con un programa ideológico que, como ya sabemos, tuvo un ca- rácter adoctrinador. Siguiendo esta línea de pensamiento, Walter Mignolo (2007) pro- pone separar la imagen cartográfica que tenemos del continente respecto de la idea; es decir, de aquello que entendemos por Amé- rica. De acuerdo con el plan que sugiere este autor, lo primero es considerar que gracias a la validez o legitimación de un discurso como el de la ‘invención’ de América, por primera vez, desde hace 450 años, podemos asumir que el cambio propiciado en la geografía del conocimiento nos permite abrigar el deseo de una impugnación al dogma que prevalecía como una suerte de verdad incontestable. Y eso, en palabras de Mignolo, lo debemos a la audacia intelectual del historiador mexicano Edmundo O’Gorman. Tal como sostiene Mignolo: “América” nunca fue un continente que hubiese que descubrir sino una invención forjada durante el proceso de la historia colonial europea y la consolidación y expansión de las ideas e instituciones occidentales. Los relatos que hablan de descu- brimiento no pertenecían a los habitantes de Anáhuac ni de Tawantinsuyu sino a los europeos. Debieron transcurrir 450 años hasta que se produjera una transformación en la geogra-

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