Teoría crítica del teatro latinoamericano: una introducción

114 También se le llama fenómeno del retorno a este lugar en donde el sujeto subalterno comienza a generar respuestas sociales diferen- ciadas al discurso hegemónico, a través de las mismas formas im- puestas por el sector dominante. “Estas respuestas tendientes a impugnar el discurso hegemónico y los principios de legitimación en los que éste se apoya, se desarrollan y afianzan hasta constituir formas alternativas dentro de la totalidad social ” (Moraña, 1998, p. 31, itálicas mías). A estas respuestas de desobediencia y alteración, Moraña las llama “formas de conciencia subalterna” (p. 31) debido al lugar que ocupan en la vida política del momento. Y el sujeto subalterno en América Latina comienza a generar conciencia de su posición con el espíritu barroco. Hay una imagen que describe Alejo Carpentier en su conferencia Lo barroco y lo real maravilloso de 1975, en donde recuerda una men- sajería entre Goethe y un amigo de él, en donde le comenta lo mar- avilloso que será edificar una casa en un lugar donde la naturaleza ha sido domada por completo. Para el autor, esto jamás podría de- cirse en territorio americano. Y es que la naturaleza en América es indomable, como toda su historia. América Latina sería, entonces, un territorio barroco y esto implica un problema en el lenguaje de los colonizadores, en palabras de Ana Pizarro: El problema también de los que vinieron fue que al ver la na- turaleza necesitaron describirla, y para ello tenían sólo el len- guaje que conocían. Pero sucede que el río que ellos veían, que era un río desbordante como el Orinoco, no respondía a su noción de río. Necesitaron desbordar el lenguaje. El lengua- je tuvo que hablar de otros árboles, describir otros pájaros. (1990, p. 16-17)

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