Teoría crítica del teatro latinoamericano: una introducción

102 contención (determinada particularmente por vallas políticas y religiosas); realismo (con inclinación a lo feo y lo grotesco); pop- ularismo (con mayor captación popular que el manierismo); en fin, continuidad (o aprovechamiento) de ciertos caracteres man- ieristas. (1995, p. 527) Las nociones de realismo y popularismo propuestas por Carilla son bastante importantes para entender el barroco. Sobre el concepto de realismo se hace hincapié en que está apuntado hacia lo feo y grotes- co. El barroco viene a eliminar la concepción del clasicismo renacen- tista de ser un “arte de lo bello”, pero no funciona como un resaltador de lo feo para que aparezca lo bello. Lo interesante que va aparecien- do con la inclinación en el arte hacia lo feo y lo grotesco, es el sentido de crisis de la representación en el arte. El barroco ingresa como un cuestionador de las formas en las cuales se estaba llevando el arte hasta ese momento e intenta introducir nuevas concepciones de lo que es el arte, alejándose del clasicismo imperante hasta el momento. Por el otro lado, el término popularismo ingresa en el sentido de una captación más amplia del público, el cual toma como propios los temas de la literatura barroca a pesar de lo compleja que pud- iera ser. Este punto será primordial más adelante en la formación de identidades nacionales en la América Latina colonizada, cuando el criollo americano empieza a tomar conciencia de la diferencia que existe entre él y el español colonizador, como también con el indígena originario. Pero esto es una primera lectura de lo que es el barroco realmente. Para ir más allá en lo que es el barroco (y el barroco para Améri- ca Latina) revisaremos los conceptos que propone Severo Sarduy

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