Antología Fillke Ketrxan: semillas múltiples

42 Lelikelen N°1 Antología | Fillke Ketrxan: Semillas Múltiples. En cierta ocasión se corrió el rumor de que el dueño había muerto y los inquilinos habían abandonado el fundo. Fue así que desde varias poblaciones se vino la gente a saquear una frondosa plantación de choclos al otro lado del rio. Mucha gente con sacos de mazorcas al hombro cruzando el rio. Todo un espectáculo de recuperación con solo atravesar la corriente más leve para la hazaña. Cuadrillas de familias cruzaban en busca de cereal, al gratín... En ese entonces los muchanchos duros y rudos, en viril desafió probaban sus aguas turbias entre chapuzones y guatazos. Un exiguo recuerdo ratificaría entre los pobladores más adultos ese peluseo callampa, haberse bañado en el Mapocho. El rio lleva en su cauce no solo el mierdal y meado urbano, además desembocaba la sangre hospitalaria de las cloacas en su tránsito por rutas subterráneas, plagada de guarenes y ratas de viscoso pelaje. Feca y coágulos aposados. Atmosfera perfecta para el suicida de turno, que seducido por sus tinieblas decide acabar consigo haciendo de su muerte, literalmente, una muerte de mierda. Una vez Lucho Jaque, colega de adicciones, quiso sorprender con su cuasi suicidio arrojándose a las aguas. Cansado del mundo apostó por una muerte épica la que resultó un fraude, una estafa. Con un metro cuadrado de cervezas y chicotas en el cuerpo nos asustó en su faceta suicida y frustrada muerte al arrojarse a corrientes ligeras y pedregosas, El rio lo arrastró solo una corta distancia y allá fue a aparecer el Lucho Jaque, todo rasmillado por el pedregal y mojado como pico. Se nos fue hasta la volá. Este es el rio Mapocho y su ngen malherido, que recoge nuestra memoria rumbo al Oeste.

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