Calidad de vida académica y COVID 19 : una perspectiva de género

16 Lelikelen | n° 2 CALIDAD DE VIDA ACADÉMICA Y COVID 19. UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO y espacios en los que las mujeres se desempeñan gran parte del tiempo y que constituyen categorías invisibili- zadas y no remuneradas. Los cuidados constituyen un as- pecto central de ello. El sistema sexo-género hegemónico segrega los mandatos de cuidados para las mujeres y los mandatos de justicia para los varones. Los debates de los años sesenta sobre las deudas para con la igualdad por parte de los patrones desarrollistas hegemónicos fueron decisivos. ¿Bastaba con el desarro- llo para generar igualdad? ¿Qué criterios utilizar para eva- luar los parámetros de igualdad en el desarrollo país de las periferias como Chile? Y si adoptásemos los criterios del desarrollo capitalista de Occidente, ¿no era evidente que las brechas entre hombres y mujeres seguían vigen- tes en los países desarrollados? En ese contexto, la perspectiva de género se ha venido le- gitimando con debates y preguntas como las anteriores. Así, en la medida en que la igualdad de género se fue con- cibiendo como un objetivo del desarrollo “en sí mismo”, y no como algo secundario, ya no bastó con meramente develar las brechas de género, raza o clase. Se insertó un nuevo criterio: no solo constatar sino más bien promover la igualdad como estrategia cualitativa para “superar la pobreza” o para evaluar y regular desde el Estado en qué medida se garantizan o deniegan los derechos humanos, sociales, sexuales y reproductivos de varones y mujeres por igual. Las tensiones entre lo cuantitativo y lo cualitativo se in- crementaron al insertarse criterios que promovían refor- mas y transformaciones en las asignaciones de recursos, en aspectos cualitativos sobre la participación micro y macro política de sexos y géneros, razas y clases en los modelos socioeconómicos de desarrollo. La perspectiva feminista, entonces, da cuenta del reconocimiento del género como categoría de análisis social (Picciotto, 1998). Entendemos como “violentas” las discriminaciones y se- gregaciones a nivel simbólico y cultural, físico y psicoló- gico, económico y político. Las implicancias epistemoló-

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