Re-vision del cine chileno

no recorre escenarios y situaciones con delicadeza y ente– ra comodidad en una coreografía casi visible. Esta inter– dependencia formal impide que la cámara y la puesta en cámara exploren dramáticamente ,la realidad reconstruida para el filme . En el montaje también prevalece esta estructuración prefijada. La formalidad visual atrapa e lnmovillza el es– quemático argumento. realzando su carencia de vitalidad natural. El montaje de los planos obedece en algunos mo– mentos a la necesidad extraargumental de generar drama– tic!dad y/ o significación. para lo cual se recurre a la ma– n'pulaclón del montaje paralelo o al de atracciones. Esas escenas, por consiguiente, no son develadas. 357

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