La vivienda urbana en Chile durante la época hispana (Zona Central)

de las cuales el de Santa lucía forma parte limi– tando la ciudad hacia el levante. configuran un telón de fondo que colabora en resaltar su silueta donde destacan, como es habitual en las ciudades india– nas, las torres de los templos de las diferentes órdenes religiosas avecindadas , y la de la iglesia matriz. la acción civilizadora se expresa, además , en los huertos pródigos y exuberantes que exhiben su follaje , tanto en los distintos solares como en las inmediaciones de la población. En cuanto a la planta de la ciudad, Frezier nos muestra una trama de calles y manzanas que sobre– pasa el núcleo fundacional, resultado de la simple prolongación de las calles existentes , ocupando en su totalidad la meseta principal hasta los bordes mismos de las barrancas norte. sur y poniente. Todas ellas aparecen claramente identificadas , exaltando y reflejando su importancia urbana singu– lar. Por otra parte. el crecimiento en extensión de la ciudad , desbordando las limitantes geográficas, ha originado la ocupación de terrenos al lado sur de la quebrada de San Francisco, por donde corre la acequia madre de la ciudad . Surge de esa manera el "Arrabal de San Miguel de la Chimba" que. como su nombre lo indica, es un área urbana marginal subsidiaria que repite el ejemplo santiaguino. aun– que en este caso no existe de por medio un río , sino el canal antes mencionado. Se aprecia, además, al oriente del poblado, una trama ortogonal en línea segmentada, correspondiente a las ruinas de una ocupación de la segunda meseta que se eleva al orientedel poblado, llamada el "alto de Santa Lucía". llevada a cabo con anterioridad a la destrucción de la ciudad en 1680 y que se rá reurbanizada en años posteriores. Cabe señalar, sin embargo, que Frezier idea– liza la existencia de la trama regular de damero, tanto en la zona fundacional, que no evidencia la deformación romboidal que efectivamente presen– tan las manzanas en su ortogonalidad, como en las áreas de expansión urbana que, siendo zonas de crecimiento espontáneo, presentan mayor irregu– laridad, como lo señalan antecedentes posteriores . Respecto de la conformación urbana en sus aspectos espaciales y arquitectónicos . la ciudad no ha alcanzado una consolidación y adelanto acorde a su antigüedadcomo centro poblado, reflejando las dificultades y particularidades de su proceso histó– rico . Esta situación, incluso, no variará sustancial- 94 mente durante el siglo XVI II Es así como en 1789. en fecha cercana al límite del período de nuestro estudio, Ambrosio O'Higgins señala lo siguiente en una carta dirigida al Cabildo •... Desde la pnmera visita que di a esa ciudad. no pude reconocer sin admiración, que siendo la más antigua después de la capital del reino se halle tan atrasada en vecindad y edificios, que no se encuentren sino muy pocas casas regularmente construidas, y las demás, inclusas las de la plaza, enteramente caídas y en solares sin tapiar, no siendo menos reparable que muchas del centro del pueblo, y por lo común todas las de los extremos. tienen las cercas y hasta las quinchas de sus ran– chos de sólo paJa de totora, tan expuesta a in– cendios • ( 1) Tan precaria situación de la c iudad es la misma que se evidencia en el plano realizado por Frezier 76 años antes. Las manzanas mantienen la sub– división básica de cuatro solares , donde las vivien– das, al rededor de 110, se ubican casi sin excepción en las esquinas de los predios, en el encuentro de las calles . Son construcciones simples de no gran extensión, que dejan la mayor parte del solar desti– nado a la agricultura al interior de la ciudad, para lo cual se cuenta - como lo señala claramente el plano · con un eficiente y continuo sistema de acequias que corren según la pendiente natural del terreno de oriente a poniente por el medio de las manzanas. Resulta así el poblado de calles de carácter rural por la carencia de edificación continua, la presencia importante del follaje de los huertos que asoman sobre los tapiales - cuando los hay - y la inexistencia de pavimento. La arquitectura, por su parte, no ha alcanzado en el tema de la vivienda un desarrollo de calidad como ha sido señalado, con– centrándose los esfuerzos y escasos recursos en concretar. según los valores de la época, una ar– quitectura religiosa representativa de categoría. Es. por tanto, en las iglesias donde es posible apreciar una actividad de cierta importancia, contribuyendo en ese sentido la competencia indisimulada por sobresalir entre las distintas órdenes religiosas. En todo caso. al igual que en el tema de la vivienda, es una arquitectura bastante precaria, sobre todo en su aspecto estético más que en la materializac ión. donde existe cierto avance tecnológico , como es el uso intenso y acabado de la sillería de piedra para la fábrica de la iglesia matriz y los templos de los franciscanos , mercedarios, jesuitas y dominicos

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