La vivienda urbana en Chile durante la época hispana (Zona Central)

DESARROLLO HISTORICO-URBANO DE LA CIUDAD DE LA SERENA Al igual que en el caso descrito anterio rmente, el origen de La Serena obedece a la actividad fundacional llevada a cabo por los conquistadores espal'loles durante el proceso de penetración y dominio territorial iniciado por don Pedro de Valdivia a mediados del siglo XVI. De hecho, La Serena constituye la segunda ciudad de origen hispánico más antigua de Chile, fundada en 1544, tres años luego que a orillas del río Mapocho surgiera Santiago del Nuevo Extremo. Sin embargo, a poco andar, en 1549, debió ser refundada con posterioridad a la total destrucción del incipiente poblado por parte de los naturales de la zona, que expresaban de este modo su rechazo a la presencia extraña de los hispanos. De esta segunda fundación, llevada a cabo por el enviado de Valdivia, el Capitán Francisco de Aguirre, surge San Bartolomé de La Serena, ciudad que a través de un lento y accidentado proceso histórico, en que incluso en alguna oportunidad se ordenó su traslado, ha llegado hasta nuestros días evidenciando un se llo inconfundible. Los inicios de La Serena en cuanto a confor– mación urbana - podríamos afirmar sin incurrir en equivocaciones - se asimila casi textualmente al caso precedente de la ciudad de Santiago. Se repite la distribución homogénea y regular de la trama de damero, característica común a la mayoría de las ciudades hispanoamericanas, aunque en este caso una leve deformación en los ángu los rectos de la manzana tipo desfigura la ortogonalidad ortodoxa de la retícula urbana, compuesta inicialmente por unos 20 a 25 islotes, según descripciones de época. Son características compartidas , además, la ubicación aledaña a un río - en este caso el Co– quimbo - fuente principal del abastecimiento de agua para la ciudad y sus actividades agrícolas, desprendiéndose de éste un canal que alimenta un sistema de acequ ias que organiza funcional y es– pacialmente el poblado de forma similar al caso de Santiago ; igualmente, una serie de situaciones car– acterísticas actúan como límites o umbrales de crecimiento, constril'lendo y determinando el desa– rrollo en extensión de la ciudad . Desde sus inicios la nueva población quedó circunscrita por precisos límites naturales dada su localización fundacional en una pequeña meseta escalonada, rodeada al norte por la barranca del río , al poniente por la barranca que cae sobre una extensa explanada que separa la ciudad del mar, al sur por la quebrada por donde corre el canal o acequia madre de la ciudad y, como respaldo, la existencia de un cerro, el Santa Lucía, hacia el oriente . Dichos límites naturales que la topografía del lugar imponía incluso fueron reconocidos jurídica– mente al ser identificados como los ejidos originales de la ciudad, siendo, además , unade las principales causas de que la trama fundacional de La Serena permaneciera relativamente invariable en su tamaño a lo largo del tiempo . Sin embargo es, además , la geografía del lugar donde se asentó la población el aspecto que otorgó y otorga a la ciudad su carácter distintivo, descrito por distintos cronistas como una ciudad "edificada en anfiteatro", destacando con ello pre– cisamente la sucesión de niveles que presenta el terreno. La actividad científica realizada por Amadeo Frezier a principios del siglo XVII I constituye la principal fuente documental planimétrica con que se cuenta de La Serena, la que aporta antecedentes concretos para apreciar el estado de la ciudad durante esos años. Es, además, el documento que testimonia su surgimiento definitivo, luego que du– rante el siglo XVII fuese presa del ataque continuo de diferentes corsarios que la invadieron, saquea– ron e incendiaron, destruyendo la labor desarro– llada por años. Sobresale en tan nefasto sentido la acción llevada a cabo por el pirata inglés Bartolomé Sharp, quien la asoló completamente en el año 1680, marcando el fin de una primera etapa en la historia urbana de La Serena. En el plano ejecutado por el viajero francés en 1713, se aprecia, dado el agudo espíritu de observación que le caracteriza, una descripción pormenorizada de la ciudad de ese entonces. La vista general tomada desde el mar y que acomparia la planta del poblado muestra la particular situación topográfica en que éste se halla, dominando desde la altura de la meseta el amplio paisaje que se extiende a sus pies en dirección poniente, norte y sur, abarcando lejanas y hermo– sas pespectivas . Una serie de cadenas de cerros, 93

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