El sexto continente : filmación en la Antártica chilena 1916-1973

61 (Fernando Balmaceda, 1971), “Compromiso con Chile” (Fernando Balmaceda, 1972), “Pulpomomios a la chilena” (Antonio Ottone, 1972) y “Un crimen tan comentado” (Fernando Balmaceda, 1973). Rubén Soto, que se había iniciado como fotógrafo, tiene un acercamiento al cine militante de izquierda realizando el documental “Por la vida” (Rubén Soto y Jaime Ortiz, 1968), y se incorpora como director y productor de documentales. En este contexto, el Instituto Antártico Chileno le propone sumarse a la expedición, reali- zada en febrero de 1973, para documentar los procesos de investigación en flora y fauna. En el documental “Bahía Decepción” (Zúñiga et al, 2013), Soto recuerda su primera impresión al llegar al continente Antártico: “A mi en ese instante me llegó al alma esa soledad tan inmensa, en donde tu no tienes con quien compartir” (03:04). De vuelta en Santiago, Rubén Soto iniciará el proceso de montaje, momento en el cual se produce el golpe de estado en el mes de septiembre. La Universidad Técnica es violentamente reprimida, y su rector Enrique Kirberg es trasladado a la Isla Dawson por dos años en calidad de prisionero político. Funcionarios del Departamento de Comunicaciones fueron torturados y asesinados, siendo el caso más conocido el del cantautor Víctor Jara. El proceso de intervención militar de las universidades es posiblemente uno de los acontecimientos más dramáticos experimentados en la historia de la cultura chilena. En ella, los rectores son de- signados por la junta militar, desplegando sumarios y despidos de académicos, donde muchos deben partir al exilio. El cierre de unidades, la fragmentación, el despojo de las sedes regionales, el desprestigio de lo público por sobre lo priva- do, el sometimiento de las instituciones al autofinanciamiento y a la competitivi- dad del mercado, buscarán escindir a la Universidad de aquello que encierra lo social bajo el argumento de la reconstrucción, poniendo en el tapete un relato de lo universitario determinado por las nuevas políticas del régimen: “La Universidad es ajena a toda política partidista. Esto no significa, sin embargo, que pueda sustraerse al imperativo ineludible de orientar y poner su influencia intelectual al servicio de la organización superior de la Nación. La Universidad de Chile se identifica con el proceso histórico chileno en la medida en que éste consiste en un esfuerzo permanente por exaltar la nacionalidad sobre la base de claros prin- cipios de justicia social y de dignidad humana. Con el fin de mantenerse fiel a su misión en este ámbito, la Universidad deberá participar activamente en las tareas de planificación económica y social que dinamizan los recursos humanos y materiales del país. Jun- to con ello, contribuirá a producir la gradual integración social del país, objetivo fundamental que hará posible la verdadera incorporación de todos los chilenos a la tarea común de dignificación de sí mismos.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=