El sexto continente : filmación en la Antártica chilena 1916-1973

37 sistió magníficamente los temporales que fueron llegando en el largo invierno, habiendo sido de 22º bajo cero la temperatura más baja, es decir, como las ciudades situadas en el Norte de Europa”. (Pinochet de la Barra, 1986, p. 57) Posteriormente se inician las labores de construcción de la nueva base, que se ubi- có a 120 kilómetros de la base Soberanía, e igualmente a cargo del arquitecto Julio Ripamonti. También se desarrollaron trabajos científicos y de exploración, como la expedición nocturna realizada por el Mar de Wedell el 20 de enero, además de un reconocimiento al interior de la Tierra de O’Higgins. Igualmente, existió una instan- cia para conmemorar el primer año de la instalación de la primera base chilena el día 6 de febrero. Sin embargo, fuera de territorio antártico la tensión con Inglaterra seguía aumen- tando. El 31 de enero el Canciller chileno Germán Vergara dirigió una enfática respuesta a las pretensiones británicas: “Tierra de Graham y las islas Shetland del Sur son parte integrante del terri- torio chileno, fundándose para ello en títulos que juzga definitivos e inamovi- bles” ( La Unión , 13 de Febrero de 1948, p. 1 y 5) Paralelamente, comenzaba a fraguarse una operación política en el más absoluto sigilo, consistente en la primera visita de un presidente a territorio antártico. El 2 de febrero, una comitiva encabezada por Gabriel González Videla iniciaba una aparente gira por Puerto Montt, Aysén, Chiloé y Punta Arenas, a la que se sumaron ministros, diputados y representantes de los periódicos La Nación , El Mercurio, El Diario Ilustrado , La Hora , El Imparcial y Las Últimas Noticias . El día 11 de febrero, ante la sorpresa de todo el mundo, se anuncia públicamente que el presi- dente continuaría su gira hacia la Antártica, con el objetivo de inaugurar la base O’Higgins. El revuelo internacional fue inmediato, y Gran Bretaña sumó a su cam- paña internacional el envío a territorio antártico del crucero Nigeria y la corbeta Snipe , que por la celeridad de tiempo no alcanzaron a llegar ni fueron obstáculo para que Gabriel González Videla desembarcara en territorio chileno antártico el día 17 de febrero. Políticamente, los réditos eran evidentes, ya que Chile demostra- ba su eficacia para desplazarse por todo el territorio nacional. Las actividades, que duraron dos días, contemplaron ceremonias militares solemnes donde, entre otras instancias, se condecoró a los primeros chilenos residentes en el invierno antártico, se inauguró un busto del héroe naval Arturo Prat y la nueva base chilena. Este hito fue documentado de manera profusa por diversos medios 12 , y tal como en la primera expedición se contó con un equipo oficial del Servicio Cinematográfico de la Dirección General de Informaciones y Cultura (DIC), integrado por Hernán Correa y Hans Helfritz, al que se sumó el camarógrafo Osvaldo Riquelme. El resul-

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