Artistas en la industria: los orígenes del cine sonoro chileno

16 matriz para la producción posterior de películas sonoras. Estos experimentos continuaron perfeccionándose durante la década del diez y veinte, y no consiguieron masificarse principalmente porque la industria no logró convencerse de la calidad de reproducción. Otros técnicos que realizaron un significativoaporte fueronLeeDeForest y Theodore Case 5 , quienes habían iniciado de manera paralela sus experimentos para el registro de una onda sonora en material fotográfico. Al asociarse, entregan los primeros resultados positivos hacia el año 1923, cuando estrenan los cortos musica- les “Few Moments with Eddie Cantor” y “Eubie Black at the piano”, denominándolos Phonofilms. En esta técnica, se imprimía en la película una pista con la onda sonora, con una mejoría notoria en el registro aunque con deficiencias para ser amplifica- do. Este invento fue lo suficientemente relevante como para conseguir realizar el primer registro audiovisual de una autoridad, con un discurso del presidente norteamericano John Calvin Coolidge filmado en 1924. Hacia 1925, logran una asociación con la empresa de electricidad Western Electric para mejorar el sistema de amplificación. Si bien ese mismo año deciden separarse por problemas en sus relaciones laborales, esta iniciativa marca el devenir tecnológico en las pruebas iniciales para el desarrollo del cine sonoro. Mientras De Forest continúa trabajan- do en solitario, Case se incorpora a la empresa Western Electric, quienes luego se asocian a la Fox Company, una de las principales empresas productoras de Hollywood 6 , para iniciar la producción de películas sonoras. Es en Estados Unidos donde se fundan, desde comienzos de siglo, las principales empresas que dominaron parte importante del mercado mundial del cine, entre ellas Universal, Fox, Metro Goldwyn Mayer, Paramount y Warner, las que superaron la producción de países como Alemania, Italia o Francia, y que para Homero Alsina Thevenet demostraría que “la competencia dentro del mercado es un dato natu- ral del capitalismo norteamericano” (Thevenet, 1993, p. 31). La figura prominente de este modelo es la del productor, quien mantiene el control de los guiones, los actores y las temáticas, instalando patrones y discursos culturales que penetraron en todo el mundo, determinando prácticas, modas y estilos, definiendo así al cine como un campo que oscila entre el mercado y el arte. Es por ello que desde esta gran industria se determinaron también estándares técnicos, como el uso del 35mm como ancho de película profesional, y posteriormente el sistema de sonido óptico, que debe ser una de las primeras disputas del modelo industrial cinematográfi- co. Este primer momento de crisis se produce en el año 1927, cuando los sistemas Vitaphone (discos sincrónicos, asociados a la empresa Warner) y el sonido óptico (desarrollado por la empresa Western Electric), lidian por la hegemonía en salas de cine. Una alianza entre todas las empresas productoras que excluyó únicamente a Warner, habría sido determinante para definir como estándar el sonido óptico por sobre los discos sincrónicos, sumado a que este último presentaba problemas en la

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