La intuición en la actuación

100 actor, que apuntara hacia el desarrollo de un ‘estado intuitivo’ —que involucra a un cuerpo que percibe y siente— y se vuelca por conse- cuencia en la sensibilidad misma. Incluso cuando la psicología y las emociones están muy vivas, si no están conectadas con el cuerpo, a los ojos del público no fun- ciona. Lo que pensamos y sentimos tiene que alcanzar el interior de nuestro cuerpo. Una transformación orgánica requiere una buena relación entre la vida y la vida del cuerpo ¿Cómo se consigue? No puedo sugerir una técnica única, pero cada actor debe descubrir la forma para conseguirlo. El cuerpo necesita reaccionar ante nuestra vida in- terna de una manera sensible, y debe haber un flujo constante y fácil entre los aspectos internos y externos. El cuerpo debe estar vivo, pero también debe haber flujo entre los dos. (Oída, 2016, pp. 58-59) La necesidad de una preparación física para el actor/actriz ha sido un gran tema dentro de la investigación escénica a partir de la se- gunda mitad del siglo XX. La absoluta necesidad de esta práctica se revela a sí misma desde el momento en que el cuerpo se coloca sobre el escenario, ya que la sensación de poder abarcar con un solo gesto cualquier punto del espacio no se puede obtener sólo con el pensa- miento. El cuerpo del actor, entonces, busca responder a todos los requerimientos de ese pensamiento. Grotowski llegará a decir que: “no hay diferencia en el tiempo entre el impulso ´interior´ y la reacción ´exterior´, de tal manera que el impulso es al mismo tiempo la reacción. Impulso y acción son concurrentes: el cuer- po desaparece, se abrasa, y el espectador no ve sino una serie de impulsos visibles (Müller, 2010, p.20).

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