Optimización del riego en paltos y cítricos

Componentes de un sistema de riego localizado En general, un sistema de riego está compuesto por: a) Cabezal de riego b) Red de distribución c) Electroválvulas d) Emisores Cabezal de riego El cabezal de riego se define como el espacio físico que contiene los elementos para generar presión y caudal, filtraje, fertilización, regulación y control del equipo de riego. Fuente de presión (energía). Los equipos tecnificados necesitan una fuente de presión para operar adecuadamente. Tanto los filtros, emisores, como válvulas solenoides necesitan presiones de operación mínimos; un buen diseño considera estos requerimientos y otros de relevancia (ej.: pérdidas de carga; será explicado en secciones posteriores). La fuente de presión puede ser natural, en donde la energía es generada por la diferencia de cota o altura hidrostática entre la fuente de agua y el cultivo, o una fuente de presión mecánica, donde generalmente se utiliza una bomba. El motor de la bomba (eléctrico o de combustión) hace girar el rodete y el trabajo de éste se transforma en presión y caudal del agua, lo que dependerá del diseño, la potencia (kVA) requerida para su operación, diámetro del rodete y las revoluciones por minuto (rpm) a la cual trabaja. Por lo tanto, la correcta operación de un sistema de riego tecnificado depende de la selección de la bomba adecuada, es decir, que cumpla con los requerimientos de caudal y presión que el sistema en su conjunto necesita para una operación eficiente. Las empresas especializadas en diseño e instalación de riegos tecnificados conocen la operación de los equipos y proporcionan la información que justifica el diseño que ofrecen. Como clientes, es recomendable exigir la memoria de cálculo del diseño, planos, potencia y caudales por sector, etc., que sirvan de respaldo para auditar la propuesta de sistema y, posteriormente, identificar posibles fallas en el mismo. Estación de filtrado. Los filtros tienen por objetivo impedir que las impurezas o partículas en suspensión en el agua de riego ingresen a la red de tuberías, evitando, así, el taponamiento u obturación de los emisores. La selección del tipo de filtro es función del caudal y de la calidad física del agua de riego disponible, la cual varía según su origen (canal, tranque, pozo o noria), época del año y tamaño de las partículas; aguas con mayor cantidad de partículas en suspensión (arena, limo, arcilla) requieren mayor capacidad de filtrado, como lo son el agua proveniente de canales, ríos o quebradas, que en periodos de deshielo (verano) contienen mayor cantidad de partículas en suspensión. Por otro lado, aguas provenientes de pozos profundos o norias son de una calidad física más estable, aunque también pueden presentar variaciones debido a la fluctuación del nivel freático. La obturación de los emisores también puede ser provocada por partículas orgánicas (algas, bacterias o restos de plantas) o químicas, como sales de baja solubilidad que precipitan o

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