Optimización del riego en paltos y cítricos

obtenerse mediante la calibración de un modelo particular, contra las mediciones de campo o de laboratorio (Šim ů nek y Hopmans, 2009). La ecuación de Richards requiere, para su solución, especificar las funciones características del suelo; conductividad hidráulica no saturada K( θ ) y la curva de retención de humedad ℎ ( θ ); son funciones no lineales de la presión matricial las cuales pueden ser obtenidas de forma experimental o por medio de formas algebraicas (Šim ů nek et al., 2015, 2012). Una de las opciones existentes para obtener la ecuación de la conductividad hidráulica no saturada, en función de los parámetros de retención de agua en el suelo, se basa en el planteamiento de Van Genuchten (1980). Esta aproximación utiliza el modelo de distribución estadística del tamaño de poros de suelo (Mualem, 1976), con porosidad simple, y sin considerar histéresis (para un mismo contenido en humedad, el suelo que se va secando presenta una presión matricial mayor que el que se va humedeciendo). Así, en las ecuaciones de estimación de K( θ ) se definen cinco parámetros hidráulicos independientes: θ r (contenido de agua residual en el suelo), θ s (contenido de agua a saturación), α (presión de saturación), n (índice de distribución de tamaño de poros) y Ks (conductividad hidráulica a saturación). Estos corresponden a coeficientes empíricos que afectan la forma de las funciones hidráulicas (Šim ů nek et al., 2015, 2012). Parar resolver la ecuación también es necesario conocer la distribución inicial de las presiones matriciales o del contenido de agua en la profundidad de suelo a estudiar (dominio del flujo) y se debe determinar las condiciones de contorno en superficie; estas se pueden definir por los datos de riego, lluvia, evaporación y transpiración potencial, percolación en profundidad, estableciendo un drenaje libre, nivel freático permanente, nivel freático fluctuante, etc. Además de la definición de las condiciones de contorno se debe realizar una discretización espacial del perfil de suelo d efiniendo la cantidad de materiales u horizontes de suelo presentes, establecer la escala temporal (hora, día, mes, año) y el periodo de simulación (cantidad total de horas, días, años). La información disponible puede dividirse en dos fases: la primera suele ser utilizada para calibrar el modelo; y la segunda se emplea en la verificación del valor de los coeficientes empíricos, ajustados en base a una función objetivo que usualmente es la minimización del error entre la humedad de suelo simulada y la observada (Šim ů nek et al., 2015, 2012). Huella hídrica estimada mediante modelación La idea de considerar el uso del agua a lo largo de las procesos involucrados de manera directa o indirecta, en la acción de satisfacer las necesidades de la cadena productiva alimentaria, ha ganado interés después de la introducción del concepto de "huella hídrica" por Hoekstra (2003). La huella hídrica es un indicador del uso de agua dulce que se refiere no sólo al uso directo del agua de un consumidor o productor, sino también al uso indirecto del agua. La huella hídrica de un producto es el volumen de agua dulce utilizada para producir el producto, el cual es medido en toda la cadena de suministro a las distintas etapas de producción. Puede considerarse como un indicador integral de la apropiación de los recursos de agua dulce. Es un indicador multidimensional, que muestra los volúmenes de consumo de agua por fuente y los volúmenes contaminados por tipo de contaminación. Todos los componentes de una huella hídrica total se especifican geográfica y

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