¿Qué investigamos nosotras?

104 ¿qué investigamos nosotras? Sentimos que efectivamente este paso es una ambición que queda abierta, a modo de invitación a quienes puedan-quieran continuar esta investigación. Nosotras constatamos, por ejemplo, que la falta de financiamiento para las estudiantes de postgrado lleva a una precarización laboral normalizada e invisible para jóvenes investigadoras ya profesionales, a la vez que dificulta inmediatamente la accesibilidad de clases sociales más pobres y precarias a la formación de postgrado. Esta misma precarización tiene efectos en nuestras vidas y nuestras producciones de conocimiento que no han sido explorado aún en Chile. Por ende, si bien concordamos con la propuesta de continuar, entendemos la dificultad y el cuasi-privilegio que tenemos de realizar investigación en la academia chilena a nivel de postgrado. Un segundo aporte de Tania fue una advertencia: de la misma forma que las obras y lo escrito quedan presentes aún cuando las autoras no lo están -lo que justamente proponemos en nuestra investigación- debemos tener cuidado en no caer nosotras mismas en una despersonalización de los artefactos “tesis”. Para ello, sería interesante dar voz ahora a las autoras de las tesis, a las estudiantes de postgrado, preguntándose ¿Qué vivencias tienen y portan sus escrituras, sus investigaciones? ¿Qué historias vitales se entremezclan, pueden trazarse o se invisibilizan detrás de sus tesis? Finalmente, un tercer aporte que destacamos es la crítica a la definición de las categorías de análisis propuesta, como las regiones geográficas, por ejemplo América Latina, ya que dentro de esta misma región existen diferencias importantes, centros y periferias, universidades nacionales y regionales, ciudades capitales y provincias, países más conectados y otros marginalizados. Esta es entonces una invitación a desesencializar algunas nociones como Norte/Sur o Centro/Periferia, que justamente invisibilizan desigualdades dentro de los campos científicos del Sur. Esta crítica nos pareció estimulante en la medida que fue una reflexión que justamente dimos colectivamente en cuanto a sexo-género y marcas académicas geolocalizadas, de las autoras, profesoras guías o autoras referenciadas, pero quizás dejamos de lado otras formas de poder dentro de la academia (clase, localización, relaciones políticas, entre otras). Quizás esta categorización, inevitable en una herramienta como la que construimos, muestra los límites de este tipo de investigación cuantitativa instándonos a enriquecer a futuro esta investigación con otras formas de conocimiento que permitan abordar lo no-categorizable, así como los conflictos de la categorización propuesta.

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