Caricaturas de ayer y hoy

fermarse, operarse o ir al dentista, cosa suva ,no más era correr con los gastos. Esto no ha cambiado. Los dibujantes de medios de comunicación se acogen a la cate– goría D en los aranceles del Colegio de Periodistas. Son un agregado de otra profesión. Y recién, por iniciativa de un grupo de dibu– jantes de Quimantú, se creó un sindicato. Dice Pepo: -En todo caso, si llegábamos a quedar en el ambiente, nos sentíamos millonarios. Era– mos despistados, con poca alma de funciona– rios. Total, un día dibujando por aquí, otro por allá. Yo mandaba ilustraciones a El Sur, para el cuento dominical, y matizaba esto con la caricatura política, hasta que terminé has– tiado de este mundo, de puro conocerlo tan de cerca. Yo siempre andaba con mi lápiz ~ block, r en cada comida o reunión tomaba apuntes de los rasgos de los hombres públicos. Porque copiar de una fotografía no le agrega alma al asunto. "De todas mis dctimas, me quedo con el León: uno no podía pensar en él sin \'er una caricatura. Su tongo ~· su bastón, la nariz un poco colorada, el corazón en la mano... Yo reconozco que Topaze le daba duro, tal como les pegaba a todos los políticos. Yo soy de la opinión de que Topaze era imparcial. .. "También durante d Gobierno de Ibáñez ttn·imos hasta circo: juntas de gobierno, ruido 48 de sables, que don One Step (Juan Esteban l\Iontero), que don Carlos Dávila, don Grave y don Dávila de nuevo.. . Otro personaje muy querido para mí fue don Pedrito, don Pedro Aguirre Cerda. Nadie lo quería dibujar, por– que era tan feíto el pobre. De repente me salió con una característica simpática v tierna, y me quedé con él. .. Ya por 1945 Pepo producía humor político un poco a Ta foerza. Por esa época surge el viaje de Walt Disney a América Latina, con la idea de buscar personajes para su película Saludos, Amigos. Disney inventa un Pepe Carioca, un Pancho Pistolas, para Brasil y Mé– xico, respectivamente, y dej¡i a Chile con el avión Pedrito. Como Pepo encontró muy pobre a nuestro ,personaje, inventó a Condo– rito. La idea era representar al chileno medio, un chileno con la talla en la boca, medio pa– teperro, trabajando en mil y una cosas distin– ·tas. -La verdad es que cuando uno inventa un personaje -declara Pepo-, nunca piensa mu– cho cómo va a ser, qué ideología va a pro- - ycctar, ni cuál va a ser su mundo de relaciones. Condorito se fue formando a medida que empezó a aparecer semanalmente en la revista Okey,. Al princiipio era mucho más cha– to y flaco.t'.ra más cóndor. Sin embargo, vivía entre humanos. Creo que éste fue el rasgo

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=