Caricaturas de ayer y hoy

t1 ,1hajó en mi casa cuando yo era niño. El obrero dejó estampada su firma er. la pared: ·Isaí1s Aguilera estuvo trabajando aquí'. Las ca racterísticas del simpático y dicharachero Aguilcra quedaron grabadas en mi mente: su finne dentadura en la que faltaba un diente; su expresión cargada de malicia y su ,01nbrerito de paño picado en el borde, ya ,011 los del inmortal Verdejo. Pero es un l rror ercer que Juan Verdejo Larraín encarna , olo a la clase baja chilena. ~ti intención fue , imbolizar, a través de su desaliñada indu- 111rnta ria ,. ladina expresión, a la idiosincrasia chilena, mezcla de bohemia y señorío. Su 1pellido paterno, Verdejo, deláta su izquier– dismo. A la madre, Larraín, le debe Juan tocias las leyes sociales que lo elevaron a cate– ~oria de.: país con legislación social." • Otro <'U<>n lo Para el anópimo tapacete de 1937, Verdejo t<.:nía algo más que contar de su vida: ··En 1817, la gente de orden patriota había hecho una revolución contra los españoles. Un día estos papis de la patria llamaron a Juan Verdejo, roto mugriento, hambriento ,. piojento. Y le dijeron: Primera caricatura r/e Juan Verdejo Larrain. 39 ..

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