Caricaturas de ayer y hoy

Smith era un muchaoho flaco, alto y muy ingenioso, dicen. Había abandonado la Aca– demia de Bellas Artes que dirigía Alejandro Cicarelli,· decidido a empuñar las armas en Chil,lán. En esa ciudad sólo conquistó el corazón de doña Rosaura Canales de la Cerda, más tarde su mujer. En 1859 se diOI a conocer en las páginas de El Correo Literario carica– turizando a cuanto personaje célebre le salía al paso. Una vez el propio Montt lo invitó a tomar té a La Moneda, y de paso le solicitó que terminara con la publicación de "esos monos groseros" que molestaban su persona y que no pocas veces herían 1a dignidad de personas del mundo político. Cuando la revo– lución de 1859 fracasó (Smirh era su ardiente defensor), el hombre desapareció de Chiie, para regresar convertido en acuarelista. Pedro Lira lo retrata cuando dice: "Su vida fue la de un completo bohemio, tipo que pueden del.aprobar los moralistas, pero que son uni– versalmente simpáticos por su despreocupa– ción de las cadenas sociales". Durante el gobierno siguiente, que fue el dec_enio de José Joaquín Pérez, hubo más libertad de prensa y más desarrollo del dibu– jo político. En 1864 renació El Correo, bajo la promesa de ser un periódico eminentemen– te literario. Con respecto a las caricaturas, nuevo editorial: "Ellas serán de todas clases, de todos tama- 14 !f ...,.....---. --'"" U .. llN tNa 1 .. . ~--.--~ 1,.\1 f.11'-L")(~A.:,1 DEL :r.RON<I. o.... - "-' ...- - ---.------ ~, "El Corsario", que publicó este mono en portada, fue clausurado. ;i il 1· 1

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=