Asi trabajo yo - tomo IV

otros están repartidos en Confluencia . \Id ea r Codemu. "\"o.. . . nosotras no tenemos ri,alida<l con l.as cid norte . \I contr,oio, ellas trabajan otras cosas , a nosotros nos :.:.ustan mucho. A';Í come : ellas nos mandan clientes p·aca, nosotras hacemos lo mi.,mo. Yo. ,. las Echc,·erría, un monton ele loccras más. Criselia Caro, una anciana clr rostro hondadoso. que , i, e a tres metros de doi1a Juana Romero \ lleva cincuenta años loccan– do. entra en ese monton de mujeres que trabajan la loza de ser– Yicio. Tendida en el sucio, la greda sobre la falda. rodeada de nie– tos. doña Crisclia termina un juego de taz:.is de te.. . -1 le hecho ele todo tn estas tierras. I !,· criado an:citas v ch;rn– chos. he regado los cerezos, pero nada ir e hace tan feliz como lo-. ccar. No sé qué pasaría si todas las qeinchamalinas hubiéramos nacido en otro lugar, donde la tierra 110 sin e para hacer estas lo– ¡;as. Reünanos a todas, las más kjanas jugueteras v las laceras de este lada) pregúnteles y yo creo que le contestarán lo mismo de esk trabajo. Quiera Dios que nuestros hijos, así como estas chiqui– Has mías, no pierdan la costumbre de locear. Harto que nos ma– chucamos las ,iejas, pero ahora, que el negocio cunde, es lindo trabajar, y conocer tantísima gente de otras ciudades que nos vie– ne a ,·er. Y es lindo que nos pregunten. Ahorita mismo como usted llegó a vemos trabajar, ahora mismo le explicaré paso por paso cómo es esto de locear. 76

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=