Kinesiología y discapacidad, perspectiva para una práctica basada en derechos

6 en un centro de la atención primaria de la salud se comprende la discapacidad principalmente como una situación que requiere rehabilitación para su normalización, difícilmente se realiza- rán planes para lograr una salud integral, tales como hablar sobre salud sexual y reproductiva o recomendar el desarrollo de exámenes preventivos o derivación a salud mental, ya que se asume que las personas solo requieren rehabilitación para estar mejor. A su vez, si el trabajo en una escuela se realiza desde una perspectiva que considera la responsabilidad social en la discriminación, el equipo docente y los equipos de salud tendrán un marco que les exige eliminar la discriminación por discapacidad en la comunidad educativa, junto con requerir más herramientas para adaptar sus materiales de estudios con el diseño universal del aprendizaje, incluso apoyar la construcción de espacios de juego y recreación basados en la accesibilidad universal. Por esto, es necesario que los profesionales kinesió- logos y kinesiólogas revisen los modelos de la discapacidad, sus premisas e implicancias sobre la profesión, para poder identificar las estrategias que les hacen sentido y eliminar aquellas que van en contra de sus principios y compromisos con la discapacidad. Modelos de la discapacidad Actualmente, hablar de discapacidad en Latinoamérica es ha- blar de personas como sujetos de derecho y que son parte de la sociedad. Sin embargo, dicha comprensión ha cambiado de manera heterogénea con el tiempo y en los territorios; desde perspectivas que solían plantear que las personas con discapa- cidad no eran un aporte para la sociedad, por lo que era factible su asesinato, exclusión o limitar su reproducción (modelo de la presidencia), hacia perspectivas que las consideraban personas con necesidad de apoyo médico para poder resolver los principales problemas de sus vidas a través de la rehabilitación (modelo individual o rehabilitador) o perspectivas que comprendían la discapacidad como una condición de opresión social, en la que los sujetos veían limitada su vida por las barreras que instala la sociedad, tales como las limitaciones de los espacios públicos o el estigma de su funcionalidad (modelo social). No obstante, desde distintas partes del mundo se han instalado otras perspectivas de la discapacidad, tales como las del modelo de la diversidad funcional, propio de los distintos colectivos que apelaban a que el foco en la rehabilitación y lucha social eran el desarrollo más amplio de independencia y autonomía que se podía lograr en un marco de respeto de la diversidad, por lo que se creó el concepto de diversidad funcional (Romañach y Lobato, 2007; Romañach y Palacios, 2008; Iáñez, 2009; Ro- dríguez y Ferreira, 2010). Del mismo modo, se han instalado movimientos de personas con discapacidad desde marcos simi- lares a la teoría crítica, poniendo el énfasis reivindicativo de la identidad funcional, respeto por la diversidad (distanciándose de una diversidad normal y otra anormal) y articulación con otros colectivos de la diversidad sexual; de hecho, se suelen posicionar como comunidades disidentes funcionales (Muyor y Alonso, 2018). Los distintos conceptos asociados a estos modelos se resumen en la Tabla 1. Tabla 1. Conceptualizaciones y modelos de comprensión de la discapacidad. Modelo Conceptualizaciones Modelo de la prescindencia El modelo de la prescindencia tiene dos principales premisas: la justificación religiosa de la discapacidad y la consideración de que la persona con discapacidad no tiene nada que aportar a la comunidad. En primer lugar, la raíz religiosa se vincula con creencias occidentales, desde los infanticidios en Esparta hasta la concepción del pecado cometido por padres o madres de la persona con discapacidad, o bien, la convicción de que la discapacidad es un aviso sobre el daño del lazo con el mundo espiritual o la señal de que se aproxima una catástrofe. La se- gunda premisa da cuenta de que las personas con discapacidad no tienen nada que aportar a la sociedad, por lo que pierden validez en dicha colectividad al dejar de ser productivos, trans- formándose en una carga que debe ser arrastrada por su familia o comunidad. Si bien esta concepción se reconoce como antigua, las perspectivas neoliberales de la salud suelen responder ante las personas con dependencia y el envejecimiento con pers- pectivas muy similares a este modelo. Casos como programas de dependencia sub-financiados o con un foco paliativo más que facilitador de autonomía, son ejemplos claros de estas situaciones (Sakellariou y Rotarou, 2017). Dentro del modelo, compartiendo ambas premisas, se pueden encontrar dos submodelos: el eugenésico y el de margina- ción. Ambos se diferencian en las consecuencias que pueden Modelo social Modelo de la diversidad Modelo sociocrítico Fuente: Elaboración propia. · Persona con discapacidad · Persona en situación de discapacidad · Persona autista · Persona ciega · Persona sorda · Persona con diversidad funcional · Personas en el espectro autista · Persona de la disidencia funcional · Locos / Orgullo loco · Crip Modelo de la prescindencia Modelo Individual o rehabilitador Inválido, tullido, otros Según sus diagnósticos (como “el autista”, “sordomudo”, entre otro). Se basa en el modelo CIDDM con términos como discapacitado o minusválido

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