Brian, el nombre de mi país en llamas: cuadernillo de montaje de egreso

75 ta en escena, desarrollada en todos los elementos ya dichos, genera sensibilidades inmediatas, alteradas y/o consecutivas, a pesar de que, tal vez, no entendamos inmediatamente lo que verbalizan. Al ver esta materialidad, cobra sentido el texto de Josette Feral Acer- ca de la teatralidad cuando se refiere a las conclusiones de Evreinov: la teatralidad está, primero que todo, ligada al cuerpo del actor (FERAL, 2003). Aparece primero en su experiencia física para después pasar a una experiencia intelectual. El actor es el productor y portador de la teatralidad. Él la codifica, la inscribe sobre la escena en signos, en estructuras simbólicas trabaja- das por sus pulsiones y sus deseos en tanto sujeto, sujeto en proceso, explorando su interior, su doble, su otro, a fin de hacerlo hablar. Si bien el poemario podría resultar complejo, sobre todo para quie- nes no han estado cerca de vivir una homosexualidad en el peligroso campo de la marginalidad, la escritura de éste dio luz a movimientos reconocibles desde la sensibilidad que el espectador lograba recono- cer bajo el aspecto de una combinación de signos que proporcionaban las acciones. De esta manera, gracias a la mímesis de movimientos de un Brian que los actores, actrices y espectadores nunca conocieron, se le otorga al personaje una serie de interpretaciones que enriquecían las actua- ciones (unas más que otras). Tal como señala Robert Abirached en su libro La crisis del personaje en el teatro moderno: Someted al personaje a la realidad introduciéndolo en el siglo e individualizándolo desde antes de su entrada en escena; conce- bidlo como homólogo del espectador, sustituyendo su máscara por un rostro y dotándole de un cuerpo, de un vestido, de un paso, de una entonación anteriores a toda actuación: transformaréis entonces las modalidades de la encarnación y la actitud del actor. (ABIRACHED, 1994) En torno a la relación actores-espectadores, la medialidad, que sur- ge en este espacio y tiempo determinado, no requirió de un espectador