Brian, el nombre de mi país en llamas: cuadernillo de montaje de egreso

106 El origen de esta puesta en escena es el poemario Brian, el nom- bre de mi país en llamas del autor nacional Diego Ramírez. Este libro se vincula directamente con la teoría queer y la identidad sexual, tal como plantea Roberto Echavarren en el prólogo del libro “La temática LGBT en nuestro país ha sido para Diego la clave de su poesía. Es la forma en la que se gana la vida y a la vez la instancia perfecta para visibilizar el movimiento LGBT a través de la herramienta más social y creativa, la cultura”. En esta obra el autor narra su vinculación afectiva, sexual y pedagógica con un menor y tal como lo expresa Echavarren es “una micropolítica contra la intolerancia de un país machista.” La elección de un poemario como origen de una puesta en escena, habla inmediatamente de una concepción híbrida y diversa de la crea- ción escénica, en donde el tradicional y normado género dramático ya no es el soporte. Jesús Urqueta, director de la obra, hace una apuesta radical y transgénero, apropiándose de formas escénicas marginales y minoritarias, sintetizando en una sola creación tres géneros: el líri- co, el dramático y el narrativo (este último más evidente en la puesta en escena, cuando los actores que interpretan a Diego se acercan al micrófono y comienzan un discurso cuya acción es la ideología mis- ma). En este sentido, la obstrucción que Urqueta plantea a los actores y actrices es situarse en ese espacio liminal y diverso. Les propone salir de la norma. Shakira y otras melodías. Existen variados momentos musicales que propone la obra y que ge- neran extrañeza en el público, ya sea por la ejecución propiamente musical o por los cuerpos que los sostienen. En este sentido, el per- sonaje que interpreta Carla Tapia, que canta canciones de Shakira con un tono “femenino” en su ejecución, propone una visualidad y movimientos que parecieran ser diversos, e incluso contradictorios a esa voz. A primera vista, no se puede identificar el personaje con