Silvicultura en Bosques Nativos vol. 1

224 Conclusiones bosques nativos, desde la región mediterránea hasta la región austral. Los capítulos ilustran el alto interés que hay y ha habido en estudiar los bosques de Nothofagus (en Chile, Argentina y Neva Zelandia), pero también el interés que concitan aquellos dominados por otras especies de alto potencial productivo como quillay y canelo, los de la Región del Maule con ruil y hualo, especies que se encuentran en delicados estados de conservación, y los bosques del tipo forestal Siempreverde, que es donde hay un gran potencial para la silvicultura multietánea. También algunos capítulos del libro muestran la relevancia de contar con buenas herramientas para el apoyo de la gestión silvícola, además de la necesidad de desarrollar una metodología y plataforma de sistematización de la información y de estudios existentes sobre los bosques nativos y la silvicultura aplicada a ellos. Esto permitiría acceder y compartir la información generada, especialmente de proyectos de investigación y desarrollo que han sido llevados a cabo con fondos públicos. Considerando que cada uno de los 12 tipos forestales de Chile requiere de medidas de conservación propias, y que para la mayoría de estos tipos hay demandas de productos forestales madereros y no madereros, es un buen punto de partida saber que hay investigadores estudiando la silvicultura o el potencial silvícola de varios tipos forestales, y tener propuestas para una mejor gestión de los bosques nativos potencialmente sometidos a manejo. Estas investigaciones son una contribución relevante al conocimiento, pero también una ayuda fundamental para la toma de decisiones relativas a la actualización o mejoramiento de normativas vinculadas a la silvicultura de bosques nativos. Como decíamos en la introducción, las nuevas generaciones interesadas en la conservación de bosques tienden a orientarse hacia disciplinas distintas a la de la silvicultura, la esencia de la ingeniería forestal, ya que visualizan que se podrían vincular más directamente a la conservación de los bosques a través de otras disci- plinas alternativas. Además, ya a nivel académico en esas disciplinas alternativas hay mayor financiamiento que para investigaciones en silvicultura, que por lo de- más es una disciplina que para lograr resultados sólidos con respecto a sus efectos en los bosques requiere de plazos largos. El resultado es que se observa un escaso interés entre estudiantes de postgrado e investigadores por realizar investigaciones en silvicultura de bosques nativos. Por eso para los investigadores en silvicultura fue una gran noticia que surgiera el Fondo de Investigación en bosque nativo de la ley 20.283 sobre recuperación del bosque nativo y fomento forestal. Probablemente ha pasado muy poco tiempo para identificar en qué medida está aumentando la inves- tigación en silvicultura de los bosques nativos a partir de este fondo, pero como se vio en la Introducción, hasta la fecha este fondo ha destinado una gran cantidad de recursos hacia disciplinas que, en general, tienen un efecto más marginal en cuanto a promover un buen manejo de los bosques nativos. Es fundamental entonces que con éste y otros fondos se vean incrementadas los estudios en silvicultura de los bosques nativos, lo cual debería traducirse en más investigadores y más investigación

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