Malestar y destinos del malestar: políticas de la desdicha vol. 1

98 – malestar y destinos del malestar Políticas de la desdicha regulan. De acuerdo a Radiszcz 6 , el neoliberalismo trae consigo una corrosión de la democracia liberal correlativa a un debilitamiento de las instituciones que garan- tizaban cierto grado de ciudadanía, al mutarlas en instituciones con una finalidad regulatoria o reglamentaria y revestidas de un complemento moral neoconservador. Aún más, el componente discursivo del neoliberalismo inserta nuevas condiciones de producción de subjetividad, las cuales ubican a los sujetos en tanto emprende- dores de sí mismos y los encauzan en un imperativo al goce, entendido este como autorrealización, bienestar, felicidad, etcétera 7 . En ese sentido, es relevante destacar que, al tiempo que el Estado resulta extraído de la esfera económica para dejarla au- tonomizada, aparece también un suplemento ideológico de regulación moral sin un carácter primariamente represivo. Ahí se inscribiría aquello que sería el efecto de la distancia entre la realidad estructural de desigualdad económica que supone el neo- liberalismo, frente al sueño que este mismo propone y se cristaliza en esa buena vida posible derivada del pleno ejercicio de la libertad . Esto ha sido trabajado como proce- sos de individualización de la victoria y el fracaso –condicionados socialmente–, sea al modo de cierta psicologización de la derrota 8 o bajo la forma de una banalización de la injusticia social 9 . Así, el contexto neoliberal supone un efecto mínimo sobre los individuos, efec- to que podemos situar en la esfera de lo que se ha llamado salud mental ; es decir, implica la necesidad de una regulación del sufrimiento que se genera a través de la distancia entre los sueños que propone al conjunto y el funcionamiento objetivo de ese sueño. Se puede pensar que aquel componente ideológico opera en la experien- cia del individuo como una relación a sí 10 , asentando la imposibilidad objetiva de go- zar –en plenitud– de la buena vida neoliberal, por ejemplo en ciertas formas estables de la relación yo–superyó 11 , que sólo con su afectación encontrarán una regulación 6 Esteban Radiszcz, “Presentación” (comunicación presentada en la IX Escuela Chile-Francia de la Cá- tedra Michel Foucault de la Universidad de Chile/Embajada de Francia en Chile: Estado(s) del Neoli- beralismo, Santiago de Chile, mayo 4-6, 2015). En este punto, se prolongan las consideraciones que, a partir de los análisis de Michel Foucault respecto del neoliberalismo, han sido originalmente soste- nidas por Wendy Brown, Les habits neufs de la politique mondiale. Néolibéralisme et néo-conservantisme (Paris, Les preiries ordinaires, 2007). 7 Esteban Radiszcz, “Les destins du surmoi aux temps du néolibéralisme : du Chacal de Nahueltoro au Pejesapo”, Savoirs et Clinique. Revue de Psychanalyse , nº 17 (2014): 144-152. 8 Emmanuel Renault, “What is the Use of the Notion of the Struggle of Recognition?, Revista de ciencia política 27, nº 2 (2007): 195-206. 9 Christophe Dejours, La banalización de la injusticia social (Buenos Aires: Topia, 2006). 10 Michel Foucault, Tecnologías del yo y textos afines (Barcelona: Paidós, 1996). 11 Cuyas pistas habría que buscar en las tasas de depresión de un país ejemplarmente neoliberal como el nuestro. Cf. Álvaro Jiménez y Macarena Orchand, “Chile, desigualmente deprimido”, Ciper , diciem- bre 12, 2012, consultado en julio 10, 2014, http://ciperchile.cl/2012/12/19/chile-desigualmente-de- primido/. Con respecto a configuraciones superyoicas en el néoliberalimo, ver: Radiszcz, “Les destins du surmoi”.

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