Malestar y destinos del malestar: políticas de la desdicha vol. 1

186 – malestar y destinos del malestar Políticas de la desdicha de un mandato moral? ¿No estaremos “mezclando peras con manzanas” o buscando “la quinta pata al gato”? Ciertamente, algunos colegas dirían que no es extraño encontrar en un mismo terreno manifestaciones del superyó y asuntos concernientes al don. La neurosis obsesiva y el erotismo anal parecen entregarnos suficiente noticia de ello, cosa que ya había sido claramente indicada por Freud 1 . No obstante, este último no parece haber formulado explícitamente una relación necesaria entre las problemáticas ana- les referidas al don, como la avaricia o el formalismo –por ejemplo–, y el sadismo del superyó propio del obsesivo. Sin duda, la referencia a la neurosis obsesiva y al erotismo anal no son, en modo alguno, consideraciones menores. De hecho, los su- frimientos de mi paciente podían ser ampliamente caracterizados en dicho sentido, y no es posible descartar que la omisión de mi respuesta haya sido un motivo para experimentar una intensa duda obsesiva. No obstante, hace ya varios años, y en un contexto muy distinto, me había entonces encontrado con esta llamativa trasposi- ción, aunque con un sentido bien diverso e, incluso, opuesto. En efecto, algunos analistas –particularmente Sylvie Le Poulichet 2 y Jean-Paul Hiltenbrand 3 – han caracterizado la bulimia en términos que parecen situarla en los asuntos del don. Durante la crisis paroxística, señalan, el sujeto se encontraría en posición de ser ofrecida al Otro, de modo que, devorando la comida, la bulímica estaría siendo dada a tragar por el Otro. A partir de algunos casos, yo mismo agregué que este, por así decirlo, don de sí –que, en cierto modo, implica el don del propio cuerpo–, parecía estar antecedido por la omisión de un don por parte del Otro 4 . Asimismo, destacaba que la crisis bulímica parecía implicar la participación de un mandato feroz, el cual exigía la ofrenda del propio sujeto a las fauces del Otro. En tal sentido, me parecía que la bulimia se encontraba inserta en un horizonte sacrificial , donde se podía discernir la incidencia de cierta forma de masoquismo moral que, como Freud 5 lo indica, implica un ofrecimiento del yo a los castigos del superyó. Ciertamente, mi paciente obsesivo estaba muy lejos de encontrarse en un hori- zonte sacrificial semejante al de aquellas pacientes bulímicas. De hecho, es posible 1 Sigmund Freud, “Sobre las trasposiciones de la pulsión, en particular del erotismo anal”, en Obras Completas de Sigmund Freud , vol. 17 (1917; Buenos Aires: Amorrortu, 1985), 113-124; Sigmund Freud, “Inhibición, síntoma y angustia”, en Obras Completas de Sigmund Freud, vol. 20 (1926[1925]; Buenos Aires: Amorrortu, 1991),71-164. 2 Sylvie Le Poulichet, “Boulimie et suspensión du temps. L’oeil du typhon”. Carhiers de Psychologie Clini- que 6 , nº12 (1999): 87-95. 3 Jean-Paul Hiltenbrand, La boulimie. La Célibataire 1 , nº1 (1998): 21-28. 4 Esteban Radiszcz, “De la boulimie comme symptôme à la boulimie comme fonction de symptôme dans ses rapports à la sexuation fémenine” (Tesis doctoral, Université de Paris VII – Denis Diderot, Paris, 2005). 5 Sigmund Freud, “El problema económico del masoquismo”, en Obras Completas de sigmund Freud , vol. 19 (1924; Buenos Aires: Amorrortu, 1985), 161-176.

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