Malestar y destinos del malestar: políticas de la desdicha vol. 1

Estrategias estatales de psicologización de la política / Horacio Foladori – 183 Por ejemplo, ¿son el racismo, el machismo o el autoritarismo, instituciones so- ciales que pueden ser abordadas con psicoterapia? La apertura de puestos de trabajo en esta área produce una recuperación acrítica de conciencias, que además pueden engolosinarse con la ilusión de poder que se genera al creer que se comparte la toma de decisiones. Y nuevamente, como en los ejemplos anteriores, estamos en presencia de un proceso político productor de sufrimiento cuyo abordaje se realiza por la vía psico- lógica, desconociendo la estructura que lo produjo y suponiendo que el desplaza- miento a lo psicológico puede traer algún alivio. Más bien, lo psicológico es utiliza- do como campo de desplazamiento de una problemática que no se desea abordar en el territorio de lo socio-político, que es donde se produce. Un último ejemplo. La ley de inhabilidad parental se aplica, fundamentalmente, en nombre de los “derechos del niño”, ejerciéndose su imperio sobre padres y madres que no han podido hacerse cargo del cuidado de sus hijos, según los estándares que “la sociedad” establece. Estos padres pertenecen, mayoritariamente, a sectores socia- les de pobreza y extrema pobreza que carecen de trabajo estable y, por lo tanto, de las condiciones mínimas para autogestionar sus vidas. El Estado, entonces, al decla- rarlos inhábiles, pone a sus hijos a disposición para que puedan ser adoptados por familias que sí puedan hacerse cargo de los niños. No existen programas de inter- vención sobre estos padres inhábiles que, abandonados a su propia suerte, no están en condiciones de generar su subsistencia. Ahora bien, ¿qué ocurre con el derecho a su historia que todo niño tiene? Estos padres, que son evidentemente víctimas de un sistema que produce pobre- za, aparecen desde la perspectiva del Estado como victimarios de sus propios hijos 9 . Notable inversión de roles, donde los pobres son castigados por serlo y se los cul- pabiliza por los lugares sociales que ocupan. Es como si el Estado sistemáticamente persiguiera y se vengara de aquellos que, con su sola presencia, lo denunciaran por no hacer lo que dice que hace, no triunfar donde anuncia que lo logra y pasar a lle- var los derechos de las personas cuando sostiene que los defiende. Reflexiones finales En todas estas situaciones reseñadas el problema originario es político. No hay duda de que toda acción política tiene efectos importantes en la subjetividad de aquellos que han de someterse a las decisiones políticas. Sin embargo, se abren algunas pre- guntas que puede ser interesante explicitar. 9 Pilar Soza, “Antes de comenzar a escuchar” (Ponencia presentada en las Jornadas psicoanalíticas sobre parentalidad , Universidad Alberto Hurtado, Santiago, Diciembre 02, 2011).

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